Capitulo 34

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De alguna manera gracias al cuidado de Entrapta, Catra mejoró, casi muere en el baño, pero ahora está bien, así que Entrapta se tomó la libertad de salir a comprar unas cosas mientras que Catra se preguntaba sobre la existencia.

Cuando Catra finalmente pudo aclarar su mente por un momento y dejar de pensar en el hecho de que Weaber la había contactado, cuando Entrapta volvió azotando la puerta y saltando a los brazos de Catra.

–¿Qué sucede? –Catra preguntó preocupada.

–Vinieron por mi –Entrapta abrazó a Catra con fuerza.

–¿Quién? ¿Acaso es Hordeano? –Catra sentía que le estaba por dar dolor de cabeza.

–No... –Entrapta se acercó a su oído empezó a susurrar–, hay unas personas raras, deben querer llevarme por descubrir el secreto.

–¿Secreto? –Catra levantó una ceja.

–Sí, el secreto de los seres superiores que nos vigilan y controlan –Entrapta susurraba con miedo.

–Bien –Catra se la quitó de encima y soltó un suspiro–, te acompañaré a la tienda y no dejaré que te lleven.

–¡Catra eres la mejor! –Entrapta corrió a su cuarto.

Catra se puso ropa para salir y se colocó el lente de contacto en caso de llegar a encontrarse a Adora, han sucedido tantas coincidencias que lo que decía Entrapta de seres superiores tenía algo de sentido.

Entrapta salió vestida con una gran chaqueta, una gorra cubriendo su cabeza, un tapabocas y gafas de sol, Catra se ahorró comentar algo y salieron de casa con las bolsas de compras.

Cuando llegaron abajo, Entrapta se aferró a su brazo con fuerza y ahí Catra notó las personas raras, pero no eran raros, solo policías de tránsito, Catra nuevamente prefirió ahorrarse los comentarios y acompañó a Entrapta a la tienda.

–Gracias, toma ve a comprarte algo rico de comer –Entrapta le entregó un dinero.

–No es necesari... ¿¡De donde sacaste todo esto!? –Catra se exaltó al ver la gran cantidad de efectivo.

–Hordak y yo vendimos un invento –Entrapta comentó feliz.

–Viendo esto también quisiera dedicarme a eso –Catra esta impresionada.

–Solo se buena y deja que te cuide –Entrapta se puso de puntitas y palmeó su cabeza.

La cara de Catra pasó de sorpresa a tener el ceño fruncido al ver como Entrapta se alejaba, soltó un suspiro y fue a la sección de alimentos, tomó unas cuantas bolsas de comida no muy saludable, y finalmente llegó a las bebidas.

No había nada que le interesara hasta que llegó al final, las bebidas alcohólicas, Catra miró a ambos lados esperando que Entrapta no la viera, tomó solamente una lata y la escondió entre la canasta y siguió caminando.

Más adelante encontró a Entrapta en la sección de herramientas y tenia su canasta repleta, hasta el punto de no poderla cargar, Catra la llevó por ella y la siguió como si fuera una niña en dulcería poniendo tornillos y tuercas en la canasta.

Finalmente, con todo listo fueron a pagar en la caja, Entrapta estaba distraída poniendo los dulces que veía cerca de la caja así que Catra sacó su tarjeta de identificación en el momento que la lata fue registrada.

Entrapta cargó la bolsa de alimentos la cual era la menos pesaba mientras que Catra hacia lo mejor que podía cargando las cosas de Entrapta, cuando llegaron Entrapta se fue feliz con las cosas a la casa de Hordak.

La chica que quiere - CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora