El ambiente tenso hizo a Glimmer dudar su decisión de estar allí, su padre miraba a Shadow Weaver con odio puro, mientras que Catra parecía a punto de quebrarse allí mismo.
–Nunca quise ser tu madre, Catra –Shadow Weaver soltó un suspiro.
Catra volvió a golpear la mesa demandándole que pare, Shadow Weaver soltó un suspiro.
–Pero no me arrepiento de serlo, incluso sentí felicidad cuando me llamabas así, pero no supe cumplir el papel y te lastimé –Shadow Weaver concluyó.
Esas palabras le llegaron a Catra, sin responder salió corriendo del lugar, Micah por su parte pidió un momento para salir y despejar su mente, dejando solas a Glimmer y Shadow Weaver.
–Glimmer –Weaver la llamó.
–¿Sí? –Glimmer sudó frio y tragó saliva.
–Eres amiga de Adora ¿cierto? –la mujer preguntó.
–Sí, es mi mejor amiga –Glimmer ahora tenia algo de miedo conociendo la verdad de la mujer.
–¿Le está yendo bien? Me imagino que debe estar muy grande, no la veo desde que es una niña –la mujer sonrió nostálgica.
–¿Conociste a Adora cuando era niña? –Glimmer preguntó curiosa.
–Por un tiempo fui profesora de artes plásticas, Catra la quería muchísimo –la mujer soltó una leve risa.
Antes de que Glimmer pudiese preguntar más al respecto, Catra volvió con ropa holgada, que aun así le quedaba un poco pequeña debido a que es su ropa vieja.
Glimmer notó algo que había sospechado desde hace tiempo, pero ahora viendo como sus ojos tenían distintos colores pudo confirmarlo, aprovechó para también ausentarse y dejarlas hablando a solas.
–¿Qué pretendes diciéndome todo esto? –Catra gruñó–, ya no eres nadie para mí.
–Seguro pensaras que debí defenderte y ser ese apoyo que necesitabas, pero ya es muy tarde para ello –la mujer empezó a recoger las tazas de té vacías.
–Me dices todo esto y admites de que lo hiciste mal, ¿pero no dices ningún lo siento? –Catra contestó molesta.
La mujer se detuvo por un momento y soltó un suspiro.
–Eso no sirve de nada –la mujer sentenció.
–De verdad eres increíble, no pienso escucharte más, me voy, espero nunca volverte a encontrar –Catra se levantó de la mesa y fue por sus cosas.
–Antes de irte, quédate en la puerta con Micah, tengo una sola cosa más que decirles –dijo, sonando casi a una súplica.
Catra solo volvió a gruñir, fue a recoger su ropa y lente de contacto, empacó todo en su vieja maleta con la cual iba a estudiar, y esperó afuera con Micah como la mujer pidió.
Shadow Weaver después de pocos minutos fue hasta ellos, Glimmer y Micah se encontraban hablando de trivialidades, mientras que Catra estaba fulminando el suelo con la mirada mientras que se encontraba cruzada de brazos.
–Estoy segura de que esta será la última vez que querrán verme y los entiendo –la mujer los miró con firmeza.
Nadie dijo nada al respecto, dándole la razón.
–Como mi ultimo adiós quiero entregarles algo –la mujer buscó en una caja cercana y le entregó a Micah.
–¿Ropa de bebé? –Micah preguntó confundido.
–Quería dártelo cuando la pequeña Glimmer nació, pero no tuve el valor de hacerlo, aun así, siento que debo dártelo a pesar de que no sirva para nada.
Glimmer tomó la prenda de las manos de su padre e hizo a su padre imaginar a su padre a ella vestida con eso de pequeña, cosa que les hizo reír a ambos de solo pensarlo.
–Reconozco que no compensará el daño que te hice, pero aun así quiero que lo tengas –Shadow Weaver fue hasta una mesa cercana y le entregó algo a Catra–, quiero que te quedes con esto.
–No pienso volver aquí, esto no me servirá de nada –Catra intentó devolver las llaves que le dieron.
–Catra, quiero que te quedes con este lugar, siempre lo amaste de niña y podrás hacer uso de el –la mujer se negó a recibir las llaves–, no te preocupes por mí, ya no estaré aquí.
–¿De qué estás hablando? –Catra estaba confundida.
–Iré a un ancianato, cada vez es más difícil mantenerme sola, perdí a todo lo más importante en mi vida, ya no tiene sentido seguir –la mujer sonrió de lado.
–Eres una cobarde, no te has disculpado aun y piensas escapar –Catra dijo con desprecio.
Shadow Weaver solo asintió. Catra vio las llaves en su mano y rendida las guardó en su bolsillo.
–Está bien, aceptaré quedarme con este lugar, siempre y cuando escuche unas disculpas de tu parte y así sí podrás irte de aquí –Catra demandó.
La mujer pestañeó un poco confundida por su petición, y escuchó como Micah soltaba un sonoro suspiro.
–Aunque es bastante tarde, a Glimmer le gustó tu regalo –Micah soltó una pequeña risa.
Shadow Weaver no entendía porque razón estaban felices con un regalo tan mediocre.
–Volveré el fin de semana con una amiga, a ella le gusta mucho cocinar –Catra abrió la puerta y salió del lugar.
Micah la imitó, Glimmer se despidió y agradeció por el té, todos se alejaron del lugar, dejando a Shadow Weaver preguntándose si de verdad merecía a personas tan buenas en su vida.
El ambiente estaba tenso, pero mucho más liviano que antes, Micah tomó un taxi y se despidió cortésmente ya que tenia otros asuntos que atender, ambas chicas solamente siguieron caminando en silencio sin un rumbo fijo.
–Glimmer –Catra estaba escondiendo la mirada–, no le digas a nadie sobre esto, menos a Adora.
–¿Decirle qué? –Glimmer preguntó tontamente.
–Esto, mi ojo, mi pasado, todo eso –Catra se llevó las manos al rostro con frustración.
–De verdad no sé de qué estás hablando –Glimmer soltó una pequeña risa.
Catra tenía los nervios de punta y la confrontó con la intención de gritarle de frustración, pero se contuvo al ver como ella guiñaba el ojo.
–Te noto algo tensa, deja te invito a otro café –Glimmer sonrió.
–No suena mal –Catra soltó una leve risa.
Al parecer no a muchos les gusta la intriga :0, aun así espero que hayan disfrutado el capítulo uvu.
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La chica que quiere - Catradora
Novela JuvenilUn día se escuchó a Adora decir "No es mi tipo", ¿creen que esas palabras detendrán a Catra? La respuesta es no, aunque esto haga que tenga que cambiar y sacrificar varias cosas, no descansará hasta ser la chica que quiere, y será la chica que nece...