Al día siguiente me desperté con un dolor de cabeza insoportable y una pequeña de tres años a mi lado, estaba bastante inquieta pero notaba tristeza en su mirada.
—Pequeña que pasa —dije mientras me levantaba de la cama.
Apenas eran las cuatro de la mañana y Josselin estaba a mi lado con los ojos aguados.
—Extraño a papá —dijo y la abraze.
—Pequeña el volverá, ya verás.
Escondió su cabeza en mi cuello y le acaricie el cabello, pero no sabia que decir era horrible ver a una niña llorando, así que intente brindarle el cariño que necesitaba, a veces no es necesario de palabras, solo se necesita de un simple abrazo.
—Es que no me quiere —La sente en mis piernas y la acune en mis brazos.
—No es eso pequeña, el tiene trabajo y si quiere el dinero necesita ir.
Era difícil explicarle a un niña que su papá debe viajar constante por obligación.
—Pero Margat dice que el dinero no lo es todo —susurro entre hipos.
—No lo es todo pequeña —asegure y seque sus lágrimas—, pero el dinero mueve el mundo.
—Eso es malo —Me miro con los ojos aguados.
—Se pudiera decir que no, a veces el dinero mueve a las personas, pero cuando el dinero se vuelve un visio resulta horrible pequeña.
—Entonces papá en que bando esta —pregunto y sonreí.
—En el bueno pequeña —dije mientras acariciaba su cabello.
Y pude ser que mentía, pero como carrisos le dijo a una niña de tres años que su padre mata por venganza y que lava dinero por droga.
—Entonces no me debo preocupar porque tarde —dijo y me miro con ilusión.
—No debes pequeña, el te quiere demasiado como para dejarte ir.
—Bueno te creo —Sonrió y besé su coronilla.
—Quieres un cuento pequeña —pregunte y asintió emocionada.
Quería cambiar de tema, de que se olvidara de todo por un momento.
—Que sea de princesas con motocicletas —pidió y reí.
Definitivamente esta niña era única.
—Tengo uno muy bueno —Coloqué mi espalda contra la pared y envolvi a Joss en mis brazos—. Todo empieza cuando una pequeña princesa se vuelve rebelde, no le gustaba seguir las reglas y quería ser ella misma, quería demostrarse tal cuán era, pero había un problema y eso era el legado, todos los próximos a la corona debían seguir un régimen de reglas y cosas absurdas.
> Pero ella quiso ser la excepción, quiso ser la diferencia en un mundo de copias.
—Y como lo logró —pregunto curiosa y sonreí.
Era loco de que me prestara atención, es la primera vez que inventó algo.
—Un enorme dragón amarillo que escupía fuego decidido ayudar a esa damisela de brillante armadura, era muy sabio y su trabajo era trasformar princesas en guerras —dije mientras acariciaba su cabello.
—Y la motocicleta —Me miro y reí.
No sé le escapaba nada.
—El día del juicio ella llego en una motocicleta amarilla, se veía reluciente con esa brillante armadura y una sonrisa, pero su discurso fue más sorpréndete, nadie creía que ese dragón gruñón ayudaría a esa dulce joven, al final todos se equivocaron y vieron con sus ojos como un dragón amarillo llego con un carisma sorpréndete.
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Segundas Oportunidades
RomanceSabrina Rizzo es una mujer que conoce valerse por si misma, le gusta ser la jefa de todo, pero eso implica ser una maraña de mentiras y ocultar lo que es o lo que conoce. Pero Alejandro Santoni queria desmantelar cada una de sus mentiras, conocer a...