Segundas Oportunidades

Capítulo Treinta y Dos

Hoy era el día donde la vida me regalo una segunda oportunidad.

Donde creí que no saldría viva y lo más irónico es que así me sentí cuando me dieron la trágica noticia, porque jamás pensé que me arrebatarían de esa manera algo que no había soñado, pero que poco a poco estaba amando.

—Mi bebe —murmuré cuando desperté.

De pronto vinieron todos los recuerdos del choque, las últimas palabras y las promesas que se llevó el aire.

—Tranquila dulzura, aquí estoy —dijo Charles mientras apretaba mi mano.

—¿Qué ocurrió? —pregunte mientras me aguantaba las lagrimas.

—Lo siento Sabrina.

—No es verdad.

Lo agarre del cuello de su camisa y lo abrace, enterrando mi cara en su cuello para poder sentir su olor y así sentirme a salvo, porque no podía ser verdad, estaría jugándome una mala broma, mi bebe no puede estar muerto, no.

—Sabrina el accidente fue muy fuerte.

—Mientes —grite mientras lo empujaba lejos de mi—. Hoy íbamos a descubrir que sexo era, por eso estoy aquí.

Hasta le había comprado un conjunto ayer cuando pasé por la plaza, no pude contenerme, era blanco, así que servía para los dos sexos.

—Señora debe calmarse —pidió una enfermera mientras entraba a la habitación.

—¿Es verdad? —pregunte mientras me limpiaba las lágrimas.

—Lo siento señora —respondió y negué.

Todo tuvo sentido, no estaba bromeando, tenía razón y no la acepto, porque no es fácil asimilar que no llegue a conocerlo, que una mala jugada del destino lo convirtió en un ángel.

Así que lance lo que conseguí contra la pared y me quite las agujas del brazo, ya que sentido tenía seguir.

—Sabrina —reprocho Charles mientras llegaba a mi lado.

—Porque no morí —reproche mientras me dejaba caer al suelo.

Ya nada importaba, me sentía en automático, las voces las oía lejos, pero el ardor en el pecho estaba ahí, diciéndome que no era sueño, que era verdad y que debo vivir toda mi vida con la idea.

—Y aquí estoy, por tu sexto aniversario —murmure mientras dejaba unas flores cerca de la lápida.

Los chicos me convencieron para hacerla una lápida y llorarle únicamente en su aniversario, así que eso hizo, solo que le añadí una conversación.

2015 – Mi Angelito.

—La verdad, en un año ha pasado de todo. Me cree una organización con Marcello de hackeo de información, sobre el orfanato puedo decir que cada día somos más reconocidos, así que mucha gente ha alzado la voz, lo cual es muy bueno. Y me salí de urgencias, no podía seguir con la vida agitada que llevaba.

El bar ha dado muy buenos frutos, tanto que logre hacer mi sueño de una discoteca realidad y Alejandro me apoyo en todo y si preguntas quien es, puede decirte que el hombre que ha movido mi mundo los últimos tres meses, hasta soy la niñera de sus hijas y nos convertimos en una familia, lo cual nunca pensé que tendría.

› Así que estoy orgullosa de mí, logre volver a amar después de tu papá y sobre él, sigo sin verlo, pero descubrí que me mintió durante cuatro años y que tu partida no fue un juego al azar, pero tranquilo, papi lo resolvió.