𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
— no hay tiempo — interrumpió Yaz a Kenji —. Tenemos que descubrí cuál es el plan de Darius.
— ¿qué?
Le arrebate el mapa a Brooklynn — ¿llevo a Tiff y a Mitch a la calle principal?
Escuchamos unas pisadas un poco pesadas y rugidos. De los arbustos, salió un Ankylosaurus. Yasmina del susto se cayó gritando, pero reaccionó al ver a quien tenía delante.
— ¿Bumpy? — miró hacia arriba y estaba Ben, quién bajaba de su dinosaurio.
— hola, — dijo Ben. Al ver a Yasmina aún sorprendida aclaró su voz — Yasmina — la antes mencionada fue directo a abrazarlo, él correspondió —. ¿Ahora si te gusta dar abrazos?
La azabache se separó — siguen sin gustarme mucho, pero es que... estás... — pegó un grito de alegría y lo volvió a abrazar.
Me acerqué a ellos un tanto molesta — sí, sí, es lo que tratabamos de decirte, pero en noticias más urgentes, — le entregué el mapa a Ben, cosa que lo agarró — Darius no llevo a los cazadores al abrevadero.
— ¿qué? ¿Por qué los llevo directo a la T-Rex? — Ben me entrego el mapa.
— es por la ventaja de caza. Darius y Sammy conocen el terreno, y Tiff y Mitch no — habló Kenji —. Será más fácil perderlos en la calle principal que en la selva.
— ¿qué estamos esperando? Hay que ir ayudarnos — dijo Yaz.
— ¡sí! Bumpy y yo estamos listos — Ben se posicionó al lado del dinosaurio.
— hay un gran problema — de nuevo Kenji —. Ni en sueños llegaremos a la calle principal antes que ellos.
— aunque, hay un atajo muy obvio — sugirió Brooklynn señalando un lugar del mapa.
— ¿por ahí? Casi morimos — me negué.
— además, esta súper oscuro y da miedo. ¡No! Este Kenji no va.
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— ¡allá vamos!
Kenji, Brooklynn y Yaz estaban en la motocicleta. Ben y yo montados en Bumpy. Agarraba fuertemente la cintura del castaño, ya que la Ankylosaurus se movía mucho, haciendo que casi me caiga.
— tranquila, no te vas a caer — me tranquilizo Ben, sonriendo.
— lo mismo dijiste hace 5 minutos y casi muero pisoteada.
— fue mala suerte.
— como el niño que venció a Torodiga.
— ¡izquierda! — giramos muy bruscamente, haciendo que casi, de nuevo, me caiga.
