𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
El suelo comenzaba de temblar muy fuerte, haciendo que perdamos el equilibrio.
— ¡terremoto!
— ¡no me jodas! — abracé fuertemente al árbol.
Y por si el terremoto no fuera mucho, Pteranodons venían hacia nosotros. Las T-Rexs comenzaron a rugir más fuerte. En cuestión de segundos, el temblor paró, pero estos dinosaurios querían salir a toda costa por la zona de los drones.
— ya pasó el temblor — habló Sammy —. ¿Por qué siguen espantados los dinosaurios?
— no lo sé, pero se van hacer daño — decía Ben.
— vamos. Hay que apagar esos drones.
— pero si lo hacemos, — tomé la palabra — esta isla se va a convertir en Nublar 2.0, ¿en dónde siempre vamos a morir devorados?
— pero si los dejamos, Lins, — el castaño se me acercó — vamos hacer tan malos como Kash o cómo los Kons.
— cómo el Señor Kon — aclaró Brooklynn, enojada.
Ben le dió una sonrisa incómoda, pero él tenía razón. Ya no podemos confiar en Kenji.
Sammy carraspeó — bueno, cómo sea, yo voto por apagar los drones.
— vayan ustedes. Yo me quedo.
— ¿qué? — preguntó incrédula Yaz ante lo dicho por Darius.
— se tardarán en apagar los drones. Yo usaré la tableta de Mae para tratar de calmarlas.
— bueno idea, pero que alguien se quede contigo.
— no, — el moreno no dejó hablar a la peli-rosa — está bien. Prefiero hacerlo solo.
— cómo quieras, — dije — pero mándanos un mensaje por la tableta si algo pasa. Cuídate o te mato yo misma.
El moreno me dió una sonrisa para relajarme. Así que, nos fuimos corriendo para el edificio de Kash a apagar los drones.
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Entramos a la sala de los drones.
— buscaremos teléfonos. Avísennos cuando entren a la computadora de Kash.
— no la encontrarán — interrumpió Brook a Yaz —. El Señor Kon es tan listo como malvado. Así es como engaño a Kenji.
Ben, Sammy, Yaz y yo nos miramos preocupados. Suspiré y caminé hasta al lado de la silla en dónde se encontraba sentada Brooklynn.
— Brook, no lo sé. El Señor Kon es malo, pero él no obligó a Kenji a decir todo eso. De que no somos una familia. Esas palabras vinieron de Kenji.
— no, pero... ¡Ya entre!
— sabía que ibas a poder.
Sonó la tableta que tenía en mis manos. La prendí y era un mensaje de Darius.
