𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
【 HERMANOS 】
Luego de lo sucedido, volví a mi asiento bajo la atenta mirada de Ben, quién no me preguntó nada, pero se veía preocupado.
Unas horas después, Sammy fue a tomarse una pequeña siesta en la cama de la camioneta de Ben. Darius estaba en los asientos de atrás, también durmiendo. Yo quería hacerlo, y dejar de pensar en toda la culpa, pero Ben no paraba de suspirar. Intentaba pasarlo por alto, pero cada vez eran más frecuentes. Suspiré pesadamente y lo miré.
— vida, ¿qué sucede?
— ¡es Bumpy! — soltó sin más — No puedo dejar de pensar en ella.
— ahí está — me recargue en mi asiento de vuelta.
— es decir, peleó bastante bien con esos Atrociraptors. Ella puede cuidarse sola, ¿no crees?
— claro que puede. Confía en que estará bien esté donde esté, vida.
— tiene razón, cielo — se relajó —. Es una hembra fuerte e independiente.
— sonó raro, pero si. Obvio — dije, mientras me tomaba una botella de agua.
— si alguien debe tener miedo, somos nosotros — sonrió.
— pues claro. Esos rapto-asesinos nos siguieron más de 2.400 km sobre hora, 3.582.090 pasos para ser exacta, y también...
— sin una explicación física, cielo.
— lo siento — sonreí inocente —. Quiero decir, llegaron poco antes que nosotros a Texas. Eso es raro — tiré la botella en un tacho de basura que tenía Ben al lado del posa brazos.
— ajá. Casi se siente como si nos estuvieran cazando, ¿no crees?
Volteé a ver a Ben y él lo estaba haciendo con una ceja alzada.
— ya te había dicho que te creo. Tienes razón en esto.
— lo sé. Pero como siempre eres tú la que tienes razón en todo y nunca le dices a nadie que esa persona esta en lo correcto, por fin soy la primera — dijo contento el castaño —. No sabes cuánto tiempo he esperado que me dijeras eso. Es cómo... — comenzó a apretar la bocina de la camioneta con alegría.
— que idiota — reí, mirándolo.
— amas a este idiota — sonrió. Luego, se acercó más a mi cara —. ¿No se veía diferentes esos Atrociraptors?
