𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
— ¿a dónde van? — tienen miedo. — ¡tenemos que ayudarla!
— Darius, — Brooklyn lo agarró de los hombros antes de que haga algo — no podemos hacer nada.
Y comenzamos a correr nosotros también, para escondernos. Y lo hicimos arriba de un tronco que estaba preparado para que ningun dinosaurio nos atrape. El bando enemigo pasó por debajo. Suspiramos.
— si está dispuesto a matar a Comelona grande, ¿que nos hará a nosotros para que le demos la contraseña? — hablaba Yaz, preocupada.
— genial. O nos quedamos a enfrentar una muerte segura...
— o nos vamos de la isla — completé la frase de Ben.
— Lins tiene razón — Darius se paró, viéndonos —. Tenemos que llegar al barco.
— ¿en serio? ¿Después de todo lo que hemos vivido? ¿Vamos a tirar la toalla y dejaremos que los dinosaurios se defiendan solos?
Todos miramos a Darius, él no sabía que hacer, pero era la mejor opción. Nos bajamos de nuestro escondite y comenzamos a escabullirnos para llegar al muelle y escapar en el barco. Hasta que de un momento a otro, todo se tornó oscuro, truenos se escucharon y comenzó a caer nieve fuertemente. Comenzamos a correr, tapando nuestra cabeza con nuestros brazos.
Por la neblina, no nos alertamos de que la Spinosaurus estaba ahí y casi nos come. Intentamos huir, pero del otro lado estaba Toro.
— me tienes que estar jodiendo — suspiré, cansada de toda esta mierda.
— ¡sepárense! ¡Nos vemos en el barco!
Y así fue. Brooklynn, Darius y Kenji por un lado. Ben, Yaz, Sammy y yo por otro.
— ¿los perdimos? — preguntó Yaz. Obtuvo un rugido de respuesta.
— ¿eso contesta a tu pregunta?
Aceleramos más el paso y nos escondimos en la bodega. Cada uno se escondió entre las cajas. Escuchamos la puerta, el hombre ya había entrado. Comencé a esconderme y moverme muy sigilosamente por los pasos cercanos del hombre. Me agaché un poco y le di la espalda a una caja, pero me percaté de una sombra de Velociraptor. Me tapé la boca para evitar cualquier ruido.
Se escuchó un grito, era Yaz. Seguramente había visto al Raptor. La sombra que estaba cerca mío, comenzaba avanzar, alertándome. Así, lo tenía en frente. Me miró y la miré, esperando a que haga un movimiento, pero yo lo hice primero, comenzando a correr y subiéndome de caja en caja para que no me atrapara. Dejándola en el camino, intentando buscarme.
Comencé a buscar con la mirada a Ben. Lo encontré, estaba encerrado con un Raptor en frente. Corrí a su dirección, agarrando una caja por el camino, reboleándosela al dinosaurio en la cabeza. Salté para estar al lado de Ben.
— siempre salvando tu lindo trasero — dije, presumiendo.
— tonta — rió, para correr los dos juntos y escapar.
Los cuatro corrimos y escuchamos el grito desgarrador del hombre, quién, seguramente, ya este muerto.
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