𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
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【 LA ENTREGA 】
Estábamos los cuatro dentro de la camioneta que transportaba al dinosaurio, él junto a nosotros. Agarré fuertemente mis piernas y las presioné contra mi pecho lo más que pude. El carnívoro se despertó, gruñendo por lo bajo. Pensamos que se iba a despertar y comernos, pero no fue así, en un segundo ya estaba dormido de vuelta.
— probablemente apnea del sueño — habló Ben.
— sí. Y probablemente se vuelva a despertar y esta vez sí nos coma — dije, como siempre positiva y optimista.
— Lins tiene razón — me apoyó Sammy —. ¿Cuánto tiempo más podrá seguir dormido?
— tal vez podramos descubrir en dónde estamos — Yasmina se paró.
Ella, comenzó a caminar lentamente hacia los borretes que daban hacia afuera. Pero, como no podía ver nada, su única opción era ponerse arriba del dinosaurio. Apoyó sus pies y con sus manos se agarró de las púas que tenía, lentamente. Así, pudo visualizar bien el entorno.
— solo veo campo abierto. No puedo distinguir señales ni nada.
— que bien, chica — sonreí algo incómoda por la situación de que se despertara el dinosaurio.
— ahora, ¿puedes volver antes de que pase el efecto del tranquilizante y se despierte? — Sammy me agarró fuertemente del brazo.
Yaz volvió a nosotros. Solté el aire que tenia cubierto en mis pulmones, Ben me dio palmaditas en mi espalda. Un rugido detrás nuestra nos hizo asustar. Otro dinosaurio estaba en otra jaula. Nos paramos rápidamente, alertados. El carnívoro, intentaba romper el metal con su cabeza, tanto así, que la cerradura comenzó abrirse. Inmediatamente, corrí a impedirlo junto con las chicas.
— este día no puede ser peor — bufé.
El camión paró. Escuchamos como una persona se acercaba a este, caminando. Abieron la otra reja en la que estaba el dinosaurio detrás nuestra. Su cola golpeó la cerradura e hizo que la puerta de metal se abra lo suficiente como para exponernos, pero rápidamente nos escondimos al otro costado.
— nos vamos ahora — les susurré, yendo a una pequeña puerta que daba lugar debajo del camión —. Pasen — dejé a Yaz y Sammy, luego Ben, pero este quería que yo vaya primera y, como este no era el momento de discutir, accedí a su orden.
— hora de despertar — dijo un guardia atrás nuestro al dinosaurio que estaba junto a nosotros, electrocutándolo.
— ¡oigan! ¡Jared! ¡Jensen! ¿Qué creen que están haciendo? — habló otra voz. Les ordenó que lleven al dinosaurio ileso y se fue.
— hay que buscar un teléfono — hablé —. Hay que avisarles a Darius y Kenji que encontramos a los malos.
Los tres asintieron y seguimos a Ben para irnos de aquí, pero unas luces se encendieron de repente.
