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CONTRARELOJ

— ¡¿no hay un botiquín médico!?
— ¡tenemos que hacer algo!
— ¡¿y ahora que hacemos!?

— ¡Linsy! — Ben se me acercó, tomándome de la mano. Parpadeé un par de veces — Tranquila, ¿sí? Vas a estar bien, solo resiste. Estoy junto a ti.

— Yaz, Darius, las púas son venenosas tienen que sacarselas y pónganle estás vendas — Brooklynn le dió la indicación a los dos chicos y les arrojó una vendas. Ella se acercó a mi preocupada —. Tranquila, ¿sí? Esto se va a solucionar. Toma, — la peli-rosa le entregó una toalla grande a Ben — mantén presión contra la herida mientras voy a buscar alcohol — dicho esto, salió corriendo.

— esto te va a doler, perdóname — me dijo el castaño. Presionó fuerte la toalla contra mi herida, haciéndome sacar jadeos de dolor por mi parte.

Brooklynn llegó con el alcohol. Ben sacó la presión.

— esto va a arder. Respira hondo.

La peli-rosa me tiró un par de gotas del frasco, esta vez grité del dolor, apretando la mano del castaño. Ben se veía desesperado, al igual que los demás. Brook agarró las vendas, me subió mi remera hasta el abdomen y la enrollo en mi estómago.

— ¡con una venda no basta! ¡Hay que ir por más!

— ¡se está desangrando!

Ya estaba exhausta nuevamente, tenía ganas de cerrar mis ojos. No podía estar despierta más tiempo.

— ¡no, Linsy! ¡Quédate conmigo! ¡Linsy!

— ¡no, Linsy! ¡Quédate conmigo! ¡Linsy!

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— soy un tonto, lo sé. Retiro todo lo que dije, no lo decía en serio, estaba enojado. Por favor, despierta. Juro que estaremos juntos y felices, lo juro. Sí, el beso si significó algo para mí, al igual que tú, significas mucho para mí, más de que lo pensé. Reconciliémonos, enamorémonos de nuevo, intentémoslo. Nunca vas a estar sola, ¿sí?, estaré contigo desde el anochecer hasta el amanecer. Solo quédate conmigo, por favor, no te vayas. Lins, yo te amo. Te amo demasiado.

Pude escuchar las palabras de Ben. Abrí lentamente mis ojos, para encontrarme con todos ahí. El castaño estaba cabizbajo, agarrando mi mano con fuerzas.

— Ben — susurré con la poca fuerza que me quedaba. Él alzó su cabeza rápidamente hacia mi. Pude ver cómo lágrimas salían de sus ojos.

— ¡Lins! ¡Estás bien! Estás bien— Ben acarició su mano en mi mejilla —. Pensé que te iba a perder.

— claro que no, ¿no recuerdas nuestra promesa? — mi voz sonaba entrecortada y cansada. Él solo sonrió.

— perdón. Perdóname.

— ¡Linsy!

Los chicos se me acercaron. Intenté pararme, pero me lo impidieron.

— no, no, quédate aquí. Todavía estás indefensa — me detuvo Brooklynn.

𝗝𝗪𝗖𝗖 ❙ Ben Pincus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora