𝗕 ❙ Unos adolescentes asisten a un campamento de aventuras en el lado opuesto de Isla Nublar y deben unirse para sobrevivir cuando los dinosaurios causan estragos en la isla.
Pero dos de estos 7 campistas, se encariñan demasiado y encuentran sentim...
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【 ENTRE LA NIEBLA 】
— ¿y si nos atrapan? — hablé, mirando por las barras de la camioneta, pero solo lograba ver niebla.
— no lo harán — me respondió Ben, acariciando a Bumpy —. Eso creo.
La Ankylosaurus comenzó a moverse inquieta y bruscamente hasta que se desplomó en el suelo. Me acerqué rápidamente hacia ella y acaricié su cabeza.
— ¿qué te pasa, Bumpy? — Ben comenzó a revisar su boca y sus ojos — Pero te ves bien.
— tal vez tenga hambre — dije. Bumpy elevó su cabeza para que no la acaricié más.
— ¿quieres comer algo de heno? — él sacó un pedazo y se lo aproximó en la boca a Bumpy, pero no quiso.
— Bumpy, si no quieres comer y tampoco quieres caricias, ¿qué quieres?
— no seas duro — le di un leve manotazo en el pecho al castaño.
Bumpy rugió fuertemente y movió su cola de un lado para el otro. Ben me incorporó y nos abrazamos el uno al otro.
— hay que calmarla de alguna manera — acoté.
— ¿y cómo?
— yo que sé, no tengo dotes de madre — miré a Ben, este lo hizo preocupado —. Pero puedo intentar tarareando una canción — me separé del chico y me acerqué a Bumpy —. Tranquila.
Apoyé mi mano en su cabeza y suavemente comencé a acariciarla, tarareando una canción infantil levemente. Esto, hizo que la Ankylosaurus se calme de a poco y quede tranquila e inmóvil. Le sonreí cuando me vio con sus ojos.
— serías una buena madre — Ben se posicionó al lado mío con una sonrisa tierna.
— tu sabes que no es cierto — reí levemente.
— y tu sabes que no sabrás eso si no lo intentamos de nuevo — Ben comenzó a hacerme cosquillas en las caderas.
— ¡Benjamín! — lo reté, empujándolo. El castaño rió.
Las risas pararon al sentir que el camión estacionaba.
— hay que llevar a la enferma al contenedor de envío, rápido. El jefe se enfadará si perdemos a otra — se escuchó una voz afuera.
Ben y yo nos miramos preocupados y luego a Bumpy.
— ella no puede... — tapé mi boca con mis manos, evitando llosozos.
— Bumpy... ¿estás muriendo?
Sentimos que alguien abría el camión, así que rápidamente abrimos la puerta del suelo y nos escondimos debajo del vehículo, sin antes darle una última mirada y caricia a Bumpy.
