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【POR LO MENOS...】

Seguimos caminando por la oscura cueva, hasta que sentí un calor inmenso habitar mi cuerpo. Un fuerte rayo de luz produjo que pose mi mano en mis ojos. Me sorprendí al ver un ¿desierto?

— okey, pues... Definitivamente, no es Costa Rica.

— parece más... ¿Australia?

— no es posible que hubiésemos llegado tan lejos — dije, respondiendo a Darius.

Kenji posicionó su mano en la cara del moreno.

— Kenji, ¿qué estás haciendo?

— viendo que no estemos muertos. Si estuviéramos muerto, seríamos fantasmas, y si lo fuera podría ¡wuuu! Atravesarte.

— estamos vivos, tonto — pase por el medio de los dos, sacando el brazo del asiático.

— ¿ya ves? Resuelto. De nada.

— bueno, sabemos dónde no estamos. ¿Alguna idea de dónde si estamos? — preguntó Brooklynn.

— no. Solo que estamos varados. Y solos. Otra vez — Yasmina arrojó un roca.

— solo tenemos que evaluar la situación.

— Lins — Ben me tomó del brazo, acercándome a él —. ¿Soy yo o algo está brillando por allá? — me apuntó a un claro brillo a lo lejos.

— no eres tú, si hay algo brillante.

Los dos bajamos por la bajada de rocas.

— ¡oigan! ¡Miren allá! Por allá a lo lejos. Está brillando algo.

— ya lo ví.

— ¿parece que el sol se está reflejando en una cosa metálica? — insinuó Sammy.

— hay metál, significa que fue fabricado. Tenemos que ir a ver qué es — apuró Ben.

— tranquilo. ¿Quieren atravesar a pie un desierto infernal, solo porque viste algo brillante? — preguntó con ironía Kenji.

— no tenemos idea de lo que hay por allá — alzó los hombros Darius.

— ay, mis tiernos niños temeroso.

— ¿tiernos? — pregunté ofendida ante lo que dijo el castaño.

— y que si esto no es "Costa Rica". Y que si no sabemos "dónde estamos". Y "no tenemos esperanzas". No sabíamos cómo sobrevivir en Nublar, y aún así lo logramos. Con fuerza de voluntad, determinación y trabajo en equipo. ¡Aquí ni siquiera hay dinosaurios! Por lógica, esto debe ser más sencillo. Así que, vamos allá a... Ya saben ¡a sobrevivir!

— pues, ya que.
— al menos hay que hacer el intento.

Todos se fueron sin darle tanta importancia al discurso emotivo que dió Ben. Él bajó de la roca triste.

— fue un muy buen discurso, Ben. A mí me halagó — tome su mejilla con mi mano y le di un corto beso en los labios. A lo que él me sonrió —. ¡Vamos a buscar esa cosa que brilla! — alcé nuestras manos y nos aproximamos hacia los chicos.

Comenzamos a caminar por el caluroso desierto, por ahora no sentía tanto calor, así que me relaje.

— como si los dinosaurios no bastaran, ahora acabamos en una isla desierta — se quejó Yaz.

— bueno, por lo menos el día está soleada.

— por lo menos no me dio un golpe de calor — sobe mi mano contra mi frente.

𝗝𝗪𝗖𝗖 ❙ Ben Pincus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora