Prólogo.

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Mis treinta años estaban más cerca de lo que imaginaba, solo un mes para que ese día la Bratvá célebre no solo mi cumpleaños sino que también mi nuevo rol como el rey de la mafia roja. Toda la vida preparándome para este momento y estaba más cerca de lo que imaginaba, mis tíos Gavriel y Gauss se harían a un lado para cedernos por completo el poder a Ignati y a mí, se que ambos estamos listos para esto, solo que nos aleja definitivamente de todo, debía romper relación con todo mi entorno de Chicago, se que a mi tía mamá le dolerá esto, pero no pondré en peligro a mi familia, lo que significaba que debía empezar a cerrar mi círculo y tratar de olvidar a mi niña acosadora, mi Mackenzie, aunque lo nuestro va más allá de todo, no puedo traerla a mi mundo para que sea un punto de debilidad en mi momento de construcción de mi poder, no podía permitirme nada de eso y sería más fácil tratar de olvidarla, pero su nombre está tatuado en cada fibra de mi cuerpo.

Tengo tatuado su nombre en mi piel.

Soy suyo y ella mía.

— Me voy a Grecia — la voz de  Noah me saca de mis pensamientos.

— ¿A Grecia? — pregunto desconcertado.

— Katherine está ahí y en una playa nudista, de solo imaginarla desnuda delante de muchos hombres me pone rabioso — declara maldiciendo.

— ¿No era que ustedes terminaron lo suyo? — inquiero al sentarme en ese gran sillón que pronto será mío.

— Si ... No — gruñe. — Me voy a Grecia — repite cabreado.

— Yo no sé porque no le pones un anillo en su dedo, son tal para cuál y terminaría con esos celos de una buena vez — sugiero.

— Deja de decir estupideces, no pienso casarme con ella y mucho menos meterla a este mundo, después de todo soy el abogado del futuro jefe de la Bratvá, la pondría en peligro — contesta bufando.

Ruedo los ojos. — Algún día puede aparecer un hombre que le dé eso que ella quiere —

— No lo voy a permitir, ella es mía — sentencia.

— ¿Sasha? — ingresa Ignati a la oficina donde estábamos.

— Rata de laboratorio, nos vamos a Grecia — le dice Noah a mi primo.

— Te dije que no le digas de esa forma — mascullo dedicándole una fulminante mirada.

— ¿Para qué mierda quiero ir a Grecia? — contesta Ignati. — Pensar en el sol molestando, la incómoda arena ...

— La vida no es estar metido en esa mierda de laboratorio — interviene Noah.

— Para mí, si — justifica mi primo.

— Si no fuera que te encontré follando con mi prima, juraría que eres virgen — acota mi mejor amigo.

— Noah — gruño.

— Es mi vida, idiota. — sisea Ignati cabreado.

— Basta — intervengo suspirando. Estaba cansado de sus peleas diarias.

El celular de mi mejor amigo vibra, lo mira con atención y su cara de vuelve completamente roja, pero de la rabia.

¿Qué sucedía ahora?

— Me voy a Grecia — sentencia saliendo de mi oficina.

Ignati curiosea su celular y abre grande los ojos. — Las chicas están en Grecia — me cuenta.

— ¿Las chicas? —

— Ellie, Kate, Faith e Inzi — responde mostrándome su celular una foto de ellas cuatro con una gran sonrisa en el aeropuerto de Atenas.

Le quitó el celular de sus manos para poder ver mejor la foto, me es inevitable no posar mis ojos en ella, en esa gran sonrisa en su rostro, su pelo rubio está castaño claro, pareciera que sus ojos que recordaba color miel son más marrones y su cuerpo ha adquirido mejores formas desde la última vez, ya no es una niña, la foto me confirmaba muy bien eso.
Esa niña que deje llorando, a la que le robé ese beso antes de partir definitivamente no se comparaba con la mujer que no podía dejar de mirar en esa foto de su red social.

— Ella está hermosa — murmuro aclarando mi garganta y le entrego el celular de nuevo a mi primo.

Tan hermosa y perfecta, mi Mackenzie.

— Oh, mierda — jadea Ignati haciendo que frunza el ceño.

— ¿Qué sucede? — pregunto confundido.

— Mira — me vuelve a mostrar su celular y la foto nos hace abrir grande los ojos.

— Debemos detenerlo antes que haga una locura — sentencia levantándome de mi silla.

— Ve tú — acota.

— Vamos los dos Ignati, Noah en su máxima expresión de celos solo genera caos — declaro dándole una mirada de vas o igual te voy arrastrar conmigo.

— No quiero toparme con ....

— Nos vamos a Grecia, Ignati — sentencio.

— Pero la mafia y la ...

— Todavía sigue al mando del tío Gavriel así que el puede solo — acoto marcando mi celular para pedir ayuda rastreando a mi mejor amigo.

Kate y Noah son las personas más tóxicas y supuestamente enamorados que conozco. Solo que mi amigo la proteje del mundo que él eligió, ella no entiende ese punto, además él no es sincero con ella, pero después de ver esa foto, imaginar sus celos, debo frenar cualquier locura.

— Sasha, el sol y la arena no son ...

No lo dejo terminar de hablar. — Prepárate, nos vemos a Grecia — repito.

No estaba en mis planes ir a ese país, no solo quiero detener a mi mejor amigo sino que mi corazón está siendo menos imprudente que mi cabeza, porque se que estoy yendo a tambien reencontrarme con la única mujer que amo y amaré el resto de mi vida.

No estaba listo para verla, pero necesitaba pararme enfrente de ella y decirle que la amo, que siempre será la dueña de mi corazón, aunque no podamos estar juntos.

Debía de hacerlo antes de que el peso de la mafia esté en mis hombros y ella sea un punto de debilidad para mí, aunque lo es, mis enemigos nunca deberían saberlo.

Era mi momento de reencontrarme con Mackenzie siendo Sasha, no el futuro rey de la Bratvá.


























* ¡Hola!

Empezamos una nueva historia, la más esperada de la Saga Atracciones Peligrosas.
Espero que me acompañen en este nuevo desafío.

Actualizaciones: Martes y viernes. ❤️

SASHA (5° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora