Capítulo 53.

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Mackenzie.

Si de familias locas hablamos, definitivamente la mía entraba en primer lugar. Sasha le había dado a Faith y su equipo seis semanas para organizar la boda, por ende mi prima Ellie tenía la misma cantidad de días para no solo diseñar mi espectacular vestido novia, los vestidos de las damas y la ropa de los padrinos. Pero confiamos ciegamente en ellas para esto, no existen mejores personas para hacer mi día especial que mis primas.
El dinero era lo de menos, tanto Sasha como yo, tenemos lo suficiente para gastar en una gran boda, una como tanto soñé a su lado, solo que contar con un padre y abuelo intensos que quieren pagar todos los gastos me parecia demasiado injusto, pero si a un O'Donnell es difícil decirle que no imagínense cuando se complotan con un  Salvatore, si la mismísima terquedad potenciada.

Asi que con un papá y un abuelo queriendo pagar todo, no me hacía la diferencia, ya tenía una idea en la cabeza, solo que no esperaba una magnífica sorpresa de despedida de solteras, en manos de mi tía Lena. Si, imposible dejar de reír y pensar en todo lo que pasó esos dias en Mykonos, pero eso será otra historia.

— ¿Estás mejor? — pregunta mi prometido.

Esta semana era nuestra boda, pero antes de este maravilloso día teniamos una invitación especial, la iniciación de Vittorio dentro de la mafia Italiana.

— Lo estoy — afirmo tocando mi viente.

Estaba a dos semanas de empezar los tres meses de embarazo, lo cual estar de diez semanas, los síntomas se hacían cada vez más presente. Náuseas, mareos, vómitos y el interminable sueño, eran cosa común de mi vida.

— Cuando llegamos a Calabria iremos al doctor — declara.

Solo pongo los ojos en blanco, que más le voy a decir si es intenso y exagerado. Ya estoy acostumbrada a que terminemos en una guardia médica saciando su tranquilidad.

Me acomode mejor en mi asiento para dormir, lo único que tenía pensado hacer durante ese viaje.

Cuando llegamos a Calabria como era de esperar, la primera parada fue el mejor centro de salud especializado en maternidad. La doctora solo miró a Sasha y solo para que deje de molestar me hicieron una ecografia control, como dije todo esta en perfectas condiciones, son síntomas normales del embarazo.

— Te lo dije — digo suspirando.

— Solo me preocupan — suspira.

— Baja un poco esa intensidad, entre la tuya y la de mi padre me volverán loca — declaro cansada.

— Prometo tranquilizarme — afirma.

Dudo que sea cierto.

Las grandes portones de esa gran mansión se abren ante nosotros, dejandonos entrar con nuestra comitiva.

— Bienvenidos — es la primera que nos saluda Natasha cuando nos bajamos del auto.

— Gracias por la invitación — digo al saludarla.

— Son parte de la familia, además este es un día  muy importante para Vitto — comenta.

Cuando llegas a los quince años, tienes la obligación de inciarte a la mafia porque tienes la edad justa para ser parte de ellos.

— ¡Alexandr! — se escucha al adolescente que saluda a su hermano mayor y tira de él para meterlo dentro de la casa.

— ¿Cómo estás? — me pregunta Natasha sonriendo.

Busco en mi cartera la ecografia. — ¡Hola abuela Natasha! — exclamo mostrándo.

Ella con cierto temblor lo toma entre sus manos y sus ojos se cristalizan. — Imposible de creer que serán padres — musita.

SASHA (5° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora