SASHA (5° SAP)

Capítulo 30.

Sasha.

No esperaba verla en Berlín, cuando entré a la habitación de mi mejor amigo me olvidé de todo, porque con solo mirar sus ojos me di cuenta que no podía dejar que un enojo nos tenga separados. Hice mal en dudar sobre sus sentimientos, pero ella también puso lo suyo poniendo a su amigo antes que a mí. Estuve muy enojado, con muchas ganas de mandar a matar a Tyler, solo que deje que tanto ella como yo canalicemos nuestros enojos.
Dos semanas fueron suficientes para reafirmar que Mackenzie es la dueña de mi corazón, logre que Ignati acceda a las cámaras de su departamento, la he visto llorar, lamentarse y eso me volvió loco, iba por Inzie hasta que me advirtieron de la locura que hicieron mis dos mejores amigos.

Me preocupo por ambos, quiero lo mejor, se que Cayden a pasitos de bebé va logrando cambiar, pero él cabeza dura de Noah es el que me tenía cabreado a negar cada uno de sus tratamientos, pero ahora todo cambia, Katherine está embarazada y eso tiene que ser una luz de esperanza para él, para que encuentre más motivos para vivir, no quiero ser el que lo lleve a Suiza a terminar con su vida.

— ¿Cuándo piensas bajarme? — la voz de mi chica me hace salir de mis pensamientos.

— Cuando me asegure que no vas a escaparte — contesto con media sonrisa.

— Creo que tu tienes una idea muy loca de encerrarme en un lugar solo contigo — comenta.

— Puede que sea cierto — reconozco.

Quiero un lugar privado donde pueda estar solo con ella, nos debemos una charla, pero también muchos besos antes de ponernos a hablar.

Bajamos al estacionamiento, la bajo para que entre al auto y se sube sin ningún problema.

— No puedo irme — dice suspirando.

— No nos iremos, solo quiero que hablemos aquí solos — le dejo en claro.

La veo acomodarse en el auto, mis ojos la observan y los de ella hacen contacto con los míos.

— Lo siento — decimos al unísono.

— ¿Puedo empezar? — pregunta mordiendo su labio inferior.

— Te escucho — digo mirando su precioso rostro.

— Hice mal en expulsarte de mi departamento, también en poner a Tyler sobre encima de nuestra relación solo que cuando me preguntaste si el me gusta, me dolió — sus ojos se conectan con los míos. — Sabes lo que siento por ti, de los años que llevo enamorada, llorando cuando era niña y tu tenías muchas novias en tu adolescencia, maldiciendo nuestra diferencia de edad ...

— Fui muy estúpido durante ese tiempo — la interrumpo.

— Mi mamá siempre me decía que debía crecer y que el tiempo me iba a dar respuesta a mis sentimientos — suspira. — Siento tanto por tí, no tienes ideas de lo mucho que te amo, de lo importante que eres y siempre serás en mi vida, por eso cuando dudaste de mis sentimientos sentí que algo se rompía en mi interior — me cuenta.

— No fue nada lindo ver cruzar a tu amigo por el balcón en ropa interior como si nada, los celos nublaron mi juicio — reconozco.

— Pero desconfiaste de mi y mis sentimientos — murmura.

— Fueron mis celos, se la clase de mujer que tengo a mi lado y luego me enoje contigo por sentir que lo elegías a él — soy sincero.

En verdad me sentí dolido cuando me expulsó de su departamento y eligió quedarse con su amigo.

— Y estuvo mal, lo reconozco. Te pido perdón por eso — dice tomando mi mano.

— Perdón por apuntar a tu amigo y sobre todo por dudar de tus sentimientos — digo sonriendo mientras acaricio con mi pulgar la palma de su mano.