Sasha.
Un mes después.
Ser el nuevo Rey de la Bratva me traía demasiadas responsabilidades, oficialmente hace treinta días que la organización esta en mis manos y la de mi primo, pero no imaginamos todo lo que se venía detrás. Rebeldes atentando en nuestra contra, familias negándose a servirnos y es ahi donde con Ignati nos cabreamos a gran escala.
Lo que no servia, se mandaba a desaparecer, rebeldes podiamos tener en todos lados y es por eso que tenía a quince infelices que quisieron atentar contra la fundación de mis tías, colgados de sus pies luchando en quitarse los amarre antes que esas serpientes lleguen a ellos.— Usaré mi nuevo experimento en ellos — comenta Ignati mirando a los bastardos.
— ¿En qué estás trabajando? — consulto.
— Es un suero del miedo — lo miro con atención. — al inyectarlo busco activar diversas áreas cerebrales que trabajan en el control del miedo. Si se inhibe, todos sus miedos despiertan y se activan, provocando que la persona muera de un paro cardio respiratorio solo en segundos — me cuenta con una sonrisa arrogante en su rostro.
— Quiero verlo — lo desafio.
Ignati sonrie de lado, lo veo cargar una jeringa. Se coloca unos guantes y se acerca al primer bastardo que tiene cerca, lo veo inyectarle su compuesto. No me pierdo nada observando como las pupilas del tipo se dilatan, empieza a sudar y solo en cuatro minutos lo tenemos muerto.
— Tenía razón — se burla.
— Sin dudas la quiero en la lista de tortura — afirmo.
Me entrega una jeringa en mis manos y me acerco a otro de los rebeldes.
— Todo traición se paga con la muerte — digo en voz alta antes de inyectarle la droga.
Cuatro minutos después muerto.
— Bajame uno de los cuerpos, quiero comprobar otra teoria — me ordena.
— ¿Y ahora me mandas? — ironizo.
Le hago señas a uno de mis hombros que baje uno de los cuerpos, Ignati les ordena que lo apoyen en su mesada de anotomia. Mi primo se pone su bata, lentes y un barbijo y lo veo abrir el cuerpo del traidor.
No se que quiere investigar, pero es mucho para mi.— Inyencten la droga a todos — le ordeno a Anker.
— Como diga, señor — contesta mi jefe de seguridad.
Solo en segundos todos estan muertos, preparamos unos conteiner para poner los cuerpos y mandarse al lider de los reberldes. Espero que con esto entienda que conmigo no se jode y debe respetarme, soy el jodido Rey de la Bratva.
— Llevo horas esperándote — dice una voz cuando ingreso a casa.
Me sorprende de verla en Rusia, hace casi un mes que no nos vemos, ella debia volver a la universidad y yo enfocarme en mi nuevo desempeño dentro de la mafia.
— Siempre sabes sorprenderme, O'Donnell — afirmo con una gran sonrisa mientras la tomo entre mis brazos.
— Te extrañaba mucho, Sokolov — declara haciendo un tierno mohin.
— Odio tener muchas obligaciones, trabajo pendiente y demas ...
— Son tus responsabilidades, entiendo eso — afirma pasando sus manos por mi cara.
No podía creerlo, ella aquí y es todo lo que necesito.
La cargo en mis brazos, para llevarla a nuestra habitación. Veo su sonrisa cargada de diversión y no dudo en devorar su boca mientras subo de dos en dos los escalones de la gran escalera de la mansión.
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SASHA (5° SAP)
RomanceQuinta historia de la Saga Atracciones Peligrosas. Su destino estaba escrito desde el momento que llegó al mundo, solo él podía cambiarlo, pero decidió seguir ese camino tratando así olvidar a esa pequeña niña acosadora que lo vuelve loco desde que...