Capítulo 25.

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Mackenzie.

Caminar por ese gran salón de la mano de Sasha solo me hace la mujer más feliz del mundo, las etiquetas a mi no me importaban, pero con él siento una gran posesividad, es mío y lamento por todas esas mujeres que lo observan o admiran como lo hacen, no pienso dejar que nadie arruine nuestra relación. Cuando lo presente como mi novio, lo hice de una forma tan natural, la palabra salió sola de mi boca y ahí en ese preciso momento me di cuenta de porque debíamos esperar a una formalidad si nosotros lo somos todo. La vida es tan corta para limitarse a esperar, es mejor tomar el toro por las astas y adentrarse sin miedo a lo que podria pasar.

Se que lo quiero, se cual es mi futuro y ese es con Sasha, nada ni nadie me va volver hacer dudar sobre todo esto.

Una sonrisa se forma en mi rostro cuando otra vez observo nuestras manos entrelazadas y subo mi mirada para mirarlo.

— ¿Qué? — pregunta con una gran sonrisa.

— Nunca vuelvas a dejar que te pida un tiempo, la vida es muy corta para que hagamos esas cosas — declaro con seguridad.

— Si la vida es muy corta para estas cosas, ¿dime el por qué no estamos casados?  — inquiere con una de sus cejas enarcadas.

— ¿Qué dices esta noche tú y yo en Las Vegas dejando que Elvis nos case? — ironizo.

Sasha golpea la punta de mi nariz con su dedo y sonrie. — Vaya ironía, señorita O'Donnell, no lo diga dos veces que lo tomo enserió y no tengo problema de secuestrarla  — se burla.

— Creo, Sokolov, que me dejó secuestrar sola, me gusta lo que ven mis ojos — acoto dándole una rápida mirada a todo su cuerpo.

Si Sasha es impecable y extremadamente sexy con ropa, no me quiero imaginar lo que será mi deleite si lo observo desnudo, apreciando con delicadeza cada uno de sus tatuajes ...

¡Stop, Mackenzie!

¿Acabo de tener pensamientos lujuriosos?

Suelto una risa divertida que lo hace enarcar más una de sus cejas al verme.

— ¿Qué te sucede? — me pregunta.

— Esta noche no pienso dejarte ir de mi lado — afirmo.

Ahora que lo tengo, no pienso soltarlo nunca más.

— Inzie — la voz de Taylor me hace soltar a Sasha para observar a mi amigo que estaba más sudoroso de lo normal.

— No puedo ... no puedo ...

Empieza a hiperventilar antes de que caiga al piso desmayado lo tomo y si no fuera por Sasha ambos hubiéramos caído.

— ¿Qué pasó, Inzie? — dice Ignati llegando a ayudarnos.

— ¿Llamo a emergencias? — pregunta Jade tomando su celular.

— No, por el momento — la detengo.

Vaya día para que a Taylor tenga un ataque de pánico.

Ellos me ayudan a sentarlo en una silla, dejo que su cabeza se apoye en mi pecho y puedo observar como a Sasha no le gusta para nada la situación, pero la verdad no le doy importante porque tengo que buscar que Taylor reaccioné. Es la presentación de nuestro producto y no puede dejarme así como si nada.

— ¿Sabes que tiene? — consulta Ignati controlando su frecuencia cardíaca desde nuestro innovador reloj.

— A veces tiene ataques de pánico, le cuesta hablar en público y le habia pedido que sea la cara visible de este proyecto para que no relacionen nuestro trabajo a mi apellido. Siempre nos juzgan....

SASHA (5° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora