Capítulo 28.

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Mackenzie.

¿Osado?

¿Curiosidad?

Pueden llamarlo como más les guste, pero es la primera vez en mi vida que hacia algo como eso. No tengo vergüenza, solo una sonrisa estúpida en mi rostro sintiéndome orgullosa de lo que hice, de ver la reacción de Sasha antes mis inexpertos movimientos en su pene. Nunca había dado el pie a otro hombre para algo sexual, es como si toda mi vida hubiera esperado por este momento de ser solo suya, como siempre fui y sobre todo me siento completamente segura a su lado para dejar que todo fluya y pase algo mucho más íntimo en nosotros.
No creo que sea hoy, pero se que será muy pronto y seguro por mi arrebato de curiosidad que tendré.

Nota mentar, buscar un método anticonceptivo.

Cuando este sola debo llamar a mi madre para conversar sobre esto, no le diré lo que hice, pero necesito las palabras sabias que ella siempre tiene para mí.

Es la mejor mamá de este mundo.

— ¿Con que aquí es el lugar donde vives? — inquiere mientras nos adentramos al edificio en donde vivo desde que me elegí estudiar en la universidad de Washington.

— Estoy demasiado segura que sabias donde vivo — acoto mientras ingresamos al ascensor.

— No puedo estar en un ascensor sin imaginar a nosotros besándonos — reconoce con una sonrisa divertida.

— ¿Qué esperas, Sokolov, para besarme? — lo desafío.

Él corta la distancia, me presiona sobre la pared y su cuerpo, sonrío viendo esos preciosos ojos azules que tiene y dejó que sus labios tomen los míos hasta que el odioso ruido de las puertas del ascensor nos obligan a separar anunciando que habíamos llegado al piso donde vivo.

— ¿Solo dos departamentos?  — consulta mirando la puerta con junta a la mía.

— Si, son medios pisos — contesto pasando la tarjeta para ingresar a mi hogar.

Con solo entrar observo la cámara que se gira apuntando y saludo sabiendo que detrás de ahí seguro esta mi padre controlando mi hora de llegada.

— ¿A quien saludas? — inquiere desconcertado.

— Luego de lo que pasó en Italia, mi padre y mis tíos decidieron tener más control en mi, ya sabes si quieren venir por mi ...

— Nunca permitiría que vengan por tí — me detiene.

— Lo sé, es solo prevención — acoto encogiendo mis hombros.

— Por eso también cambiaste el color de tu cabello — comenta estudiando todo mi departamento.

— Por eso y porque quería un cambio radical — afirmo.

— Me gusta el color negro de tu cabello — afirma sonriendo.

— A mi también, pero en unos días volveré a mi color natural — le cuento observando que el departamentos está en perfectas condiciones.

— Me gusta todo de ti — declara.

— Lo sé, Sokolov — digo riendo. — ¿Quieres un café? — le consulto quitándome las zapatillas para estar descalza.

Pongo los ojos en blanco al ver un mensaje de mi padre. Es intenso cuando se lo propone y sobre todo hoy que está bastante cabreado por enterarse a través de la prensa de mi nuevo proyecto de trabajo.

¿Qué hace ahí?

Tres palabras concisas que se a que hace o mejor dicho a quien hace referencia.

SASHA (5° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora