SASHA (5° SAP)

Capítulo 20.

Mackenzie.

¿Cómo fui capaz de hacer algo como eso?

Había tomado una pistola e importandome solo la vida de Sasha no dudé en apretar ese gatillo para defenderlo sin importar nada. Mis manos mataron a un hombre, nunca pensé que iba a necesitar usar algo como esto para defender a la persona que me importa.
En este momento son un acumulo de sentimientos encontrados, solo necesito llegar a casa y abrazar a mi padre, escuchar ese todo estará bien, me servirá para poder tranquilizarme un poco. Se que es Sasha, él poder que tomará muy pronto al manejar la mafia rusa, tal vez él está acostumbrado a esto de los enemigos cosa muy distinta conmigo.

Al parecer no está preparada para pertenecer a ese mundo.

— Piensa que salvaste a la persona que quieres — habla tío Brandon tocando mi mano.

— Mate un hombre — musito.

— Uno malo, Inzie, era su vida o la de Alexandr — acota.

— Lo sé — murmuro mirando la ventanilla del auto.

Había decidido volver con tío Brandon para que me lleve con mis padres, necesitaba alejarme de Sasha para pensar en todo lo que sucedió en segundos delante de mis ojos.

Cuando llegamos a la mansión que alquilaron mis padres, observé que papá ya me esperaba en la entrada. Al abrir la puerta no dude en salir corriendo para abrazarlo, necesitaba de él.

— Todo estará bien, hija — dice besando mi cabeza.

— Mate un hombre — le cuento nerviosa.

— Me ocuparé de eso, no debes de preocuparte — asegura volviéndome a estrechar entre sus brazos.

Papá estaba tranquilo, a diferencia mía que soy un volcán de nervios que está por entrar en combustión y podria ocasionar muchos problemas a todos.

— Necesito hablar contigo — dice tío Brandon a mi padre.

— Entremos a la casa — habla. — Gracias Barry por protegerla — agrega mirando a mi guardaespaldas.

— Es mi trabajo, señor — contesta Barry.

Mi guardaespaldas literal me había cubierto con su cuerpo de esa balasera.

— Pasemos a mi oficina — ordena mi padre.

— Nada malo sucedió, al fin de cuentas Alexandr y su guardaespaldas acabaron con los diez hombres que los rodearon — escucho que tío Brandon le cuenta a papá mientras atravesamos el camino.

— Basta de llorar, Mackenzie — me detiene mi padre. — Crie una guerrera no una princesa que se asusta en el primer problema que tiene — agrega con contundencia. — Fuiste criado para esto, si quieres estar con ese chico sabes muy bien cuales son las consecuencias para ese mundo, lo tomas o lo dejas. No existe término medio así que ve a tu cuarto y replantea tus ideas para decidir si es esto lo que quieres en tu vida — culmina con seriedad.

Sus palabras me dejan en silencio, seco mis lágrimas y subo las escaleras directo a mi habitación.

¿Quería esto para mi vida?

¿Estaba preparada para esto?

Ahora, en estas condiciones, sentía que no estaba preparada para ese mundo.

— Cariño — murmura mamá al entrar a mi habitación.

No dudo y la abrazo.

— Mate a un hombre — digo escondiendo mi rostro en su cuello.