SASHA (5° SAP)

Capítulo 26.

Mackenzie.

Tal vez Sasha no estaba muy de acuerdo y poco expresivo en esa cena, pero en verdad la había pasado muy bien. Conocí un poco más a Jade, no es una mala chica sino que todo lo contrario, es divertida, sarcástica y me entiende en ese punto de nuestros padres sobreproctores, bueno después de todo ella es la hija del jefe de todas las mafias italianas, mientras que yo soy la hija de uno de los empresarios más ricos del mundo. Cargar apellidos como los nuestros es complicados y pocos lo entenderían.
Cuando nos despedimos de ellos quedamos que en algún momento nos íbamos a volver a reunir, después de todos seguimos siendo socios con Ignati, la innovación de nuestro reloj va traer buenas noticias y ambos estaremos orgullosos de nuestro producto.

— No puedes negar que hacen una linda pareja — acoto mientras caminamos hasta el auto.

— No es ideal para mi primo — acota.

— ¿Y quien es digna para él? — inquiero curiosa.

— Tú prima — afirma encogiendo sus hombros.

Lo serían, solo que mi prima no se lo permite. Puedo entender sus miedos, los celos que ella siente imagiando siempre lo peor de Ignati, tal vez no le gusta la forma en la que él le gusta incursionar en el sexo, pero si tan solo Ellie pudiera ser sincera por una vez en su vida reconociendo todo lo que siente no haría estas cosas. Hablando se solucionan las cosas, no dando ultimátum, poniendo entre la espada y la pared y obligando a tomar decisiones. Así como mi prima ama la moda, Ignati ama la mafia y ser científico dentro de su organización. Creo que ambos necesitan una charla, ser sinceros uno con el otro, conociendo a Ellie combinada con su orgullo eso no será posible, así es como siempre termina alejando a las verdaderas personas que quiere y cuando se da cuenta a veces es muy tarde.

— Si, serían una linda pareja, solo si Ellie comprendiera un poco mejor las cosas. La distancia es difícil, nosotros lo sabemos, pero nunca te pediría que dejes la mafia o lo que amas ...

— Tampoco te pediría que dejes lo que amas por mi — me interrumpe.

— Lo sé — sonrio mientras abre la puerta del auto. — La distancia que nos separa a nosotros nos potencia, se que en un años iré contigo y me quedaré a tu lado, se también que si decido quedarme en Chicago pondrías una sede de la Bratva en la ciudad — Sasha se ríe. —  se como eres — afirmo.

— Un loco enamorado — comenta con una sonrisa ladeada.

— Amo tus locuras — declaro.

Tal vez no conocía por completo todas las facetas de Sasha, pero las que si, las amo cada día que logramos estar juntos.

— ¿Te llevo a casa? — consulta sin sacar sus ojos de la calle.

— El chico bueno me llevaría a casa, el malo no dejaría que pase la noche sola en mi departamento — digo mordiendo mi labio inferior.

Se que Sasha es el indicado, solo quiero saber si puedo llegar a algo más íntimo juntos, quiero intentarlo porque se que si siento temor y le pido que pare, él lo hará. Estoy segura a su lado.

— Quieres que sea el chico malo — afirma negando su cabeza divertido.

— Tú eres un chico malo, uno muy malo — le recuerdo.

En sumo silencio conduce su auto, no voy a negarlo porque es imposible de hacerlo, pero estoy nerviosa de nosotros solos en una habitación. Mi experiencia con hombres a nivel sexual es nula, él me lleva años de experiencia y no, no estoy avergonzada de ser virgen a mi edad, cada uno vive su vida sexual como más le gusta y plazca, no somos nadie para juzgar a los que llevan una vida libertina, las que son castas hasta el matrimonio o los que deseamos esperar para dar ese paso con la persona que en verdad es importante en la vida de uno.