Capítulo 6.

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Sasha.

¿Feliz?

Definitivamente la palabra quedaba demasiado pequeña a lo que sentía en ese preciso momento. Ni un millón de años imaginé que esto podría pasar tan pronto, bendita sea la toxicidad de Noah que nos trajo a todos hasta Mykonos, ahora podía aprovechar hasta mi última oportunidad para estar con Mackenzie. La edad ya no es un problema entre nosotros, hay otros, pero en verdad ahora lo que menos me importa es pensar en eso, solo de compartir maravillosos momentos a lado de mi linda acosadora.
Esto debía ser mágico, inolvidable y que ella se sienta única, porque sólo por Inzie haría cosas como estas. Se que todavía es joven, debe terminar su carrera universitaria, tal vez buscar algún trabajo aunque con el dinero que cargaba su familia, ella no necesitaba trabajar, pero volviendo al punto, todavía le queda crecer mucho y yo estoy dispuesto a estar a su lado acompañando sus triunfos, espero que me lo permita.

A lo largo de mi vida he  crecido escuchando a mi papá Dmitri, comprendiendo los tiempos que tenia mi mamá Lena. Ellos se llevan once años de diferencia de edad, eso nunca fue un obstáculo para su relación, para mi son el mejor ejemplo y de ellos quiero seguir aprendiendo.

— Disculpa, son un desastre — la voz de Inzie me hace observarla.

Había organizado una cita, debía ir por ella a su habitación y no esperaba encontrarme con sus demás primos en la puerta, tratando de intimidarme. Se como son Julián, Nicholas y Dylan, se hacen ver como chicos malos cuando esa palabra les queda extremadamente chica, solo hacen una pantomima buscando después decirle a sus celosos padres que ellos hicieron lo suyo para intimidar algún hombre que esté interesado en una de las chicas de la familia, los conozco tan bien.

— Hace tiempo no los veía, crecieron los chicos — acoto apretando el botón del ascensor.

— ¡Recuerda la referencia, Sokolov! — escucho el grito de uno de ellos.

Con referencia se referían a un dibujo que hicieron donde no podía tocar ninguna parte de Mackenzie que tenía una supuesta esquís. Soy un hombre de palabra, educado por una mujer y un hombre que siempre me inculcaron el respeto ante todo, sobre todo si es a la mujer que uno ama.

La escucho suspirar.

— ¿Avergonzada, O'Donnell? — bromeo.

— La vergüenza la perdí con ellos, esto es algo mínimo a lo que me han hecho pasar — comento negando su cabeza.

Entramos al ascensor, cuando las puertas se cierran, corto la distancia que nos separaba dejando a Mackenzie presionada contra la fría pared y sus ojos color miel me observan sorprendida.

Es una jodida y peligrosa tentación.

¿Dónde habían quedado todos mis métodos de autocontol?

Con ella cerca todo eso se esfumaba en simples segundos.

— Estas hermosa, O'Donnell — digo pasando mi mano por su mejilla.

Definitivamente es la mujer más hermosa de este maldito mundo.

Sin esperarlo ella golpea mi tobillo y aferrada a mis hombros nos hace girar siendo ahora el quede apoyado contra la pared y su cuerpo. Sonríe divertida por lo que hizo mientras seguro mi cara expresa la sorpresa en su acción. Ella tira de mi y sus labios son los que me besan volviendo a estar sorprendido, pero está claro que no puedo perder una oportunidad como éstas, me aferro a su cintura para atraer más a mí boca, porque no quería terminar con esto.

— Tú  no te quedas atrás, Sokolov — murmura sobre mis labios cuando nos separamos.

— Creo que los ascensores serán mi lugar favorito — acoto sin poder borrar mi sonrisa.

SASHA (5° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora