Mackenzie.
Si papá decía que nos íbamos de vacaciones, sabíamos que por lo menos dos días para organizarnos tenía antes de subirme de nuevo a un avión. Se que volvía de unas recientes, pero no nos podíamos negar a las que organiza mamá, ella te incluía sin preguntar y tú deberías hacerle caso. Además es el único momento en donde estamos los cinco solos y sin complicaciones, es lindo pasar tiempo con la familia, después de todo en algunas semanas tenía que dejarlos por una temporada mientras volvía a mis obligaciones en la universidad. Por lo menos espero que este semestre sea un poco tranquilo, porque el anterior casi acabó conmigo.
Esta mañana estaba siendo bastante aburrida, hasta que mamá me llamó diciendo que vaya a la constructora que necesitaba ayuda y no podía desperdiciar esa oportunidad. Mi madre es arquitecta, lo lleva en la sangre, viene de una larga familia que se dedicaron a esa misma profesión, mi bisabuelo Alfonso, mi abuelito Nick, mi tía Juli, Abby y el tío Demian, todos ellos hacen lo mismo, esta bien que cada uno tiene su estilo, pero trabajan en la misma constructora familiar que fue creada hace muchos años atrás.
— ¿Qué haces aquí? — cuestiona mi primo Julián al verme ingresar.
— ¿Tú qué haces aquí? — le pregunto dándole un fuerte abrazo que lo hace quejarse.
Julián es el trillizo de Nick y Ellie. Los hijos de mis tíos Demian y Jazmín.
— Trabajo medio tiempo siendo el secretario de mi padre — rueda los ojos. — su secretaria enfermo y tuvo la brillante idea que venga a suplantarla para ganar más experiencia dentro de la constructora — me cuenta suspirando.
Su padre, es decir el tío Demian, es el presidente de Constructora Salvatore hace algunos años. De seguro quiere que su hijo aprenda el oficio desde todas las perspectiva, después de todo cuando Juli termine la carrera vendrá aquí a continuar con el legado familiar de los Salvatore.
— Si tienes un tiempo quieres ir a tomar un café conmigo — le propongo porque veía su cara de frustración.
— Un café no, pero si una cerveza — afirma sonriendo.
Pongo los ojos en blanco al escucharlo. Faltaba pocas horas para el happy hour, así que las cervezas después de todo no sería una mala idea, si le escribía a Nick, Dy e incluso a Faith, no iban a tener problemas de unirse con nosotros, cosa diferente de Ellie que no nos va a responder porque se encuentra perdida en su trabajo.
— ¡Hola mamá! — exclamo al abrir la puerta de su oficina tomándola por sorpresa.
— Inzie cariño — me regaña por no haber golpeado la puerta antes de ingresar. — Lo siento es mi hija mayor — se disculpa mientras sigue su reunión a través de su notebook.
Tomo asiento en el sillón unos segundos, después me aburro de tanto esperar que salgo de nuevo de su oficina y recorro ese lugar que en verdad era uno de mis refugios cuando era niña. Me he criado dentro de estas enormes paredes al igual que en el centro comercial donde trabaja mi padre.
— Inzie — me llaman y giro para encontrarme a mis tíos Demian y Abby que salían de la sala de reuniones.
— Hola tíos — los saludo a cada uno con un fuerte abrazo. — ¿Bruno y Chiara? — inquiero preguntando por mis primos. Bruno tiene la misma edad que mi hermano Oliver, ellos juntos a Stefano, Matheo, Renzo y Camille, se encuentran en su primer año de la universidad. Chiara está próxima próxima cumplir quince años, ella es una hermosa adolescente amante de la moda.
Tengo demasiados primos y de todas las edades, a veces hasta me pierdo con el tema de sus cumpleaños o la edad que cumplen. Amo la memoria predilecta de mi abuelo Nick se acuerda todo.
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SASHA (5° SAP)
RomanceQuinta historia de la Saga Atracciones Peligrosas. Su destino estaba escrito desde el momento que llegó al mundo, solo él podía cambiarlo, pero decidió seguir ese camino tratando así olvidar a esa pequeña niña acosadora que lo vuelve loco desde que...