Mis Reglas©

CAPÍTULO 7

Empresa discreta.

***
EROS MATEUCCI

- Buenas noches, Capitán - me saluda coronel al llegar al lugar de encuentro.

Han elegido un bar  alejado de donde se celebrará la gala para poder repasar el plan.

- Coronel - lo saludo

- Le queda bien ese traje - dice

- Gracias - me limito a responder.

Él va vestido de civil y me resulta extraño verlo asi.

- ¿Sabes algo de mi hija?

- No, debe estar pensandoselo - digo.

- No lo creo, siempre ha sido demasiado decidida, nunca la he visto arrepentirse y está vez no será la excepción, por mucho que yo quiera que lo haga

- En mi opinión no debió ofrecerse.

- Pienso como usted, capitán, pero Chloe es demasiado impulsiva, no piensa con claridad y ni hablar de sacar algo de su cabeza cuando lo tiene decidido del todo.

- No se que decirle, he escuchado muchas cosas buenas sobre su hija, pero aún no me ha demostrado nada.

- No se que ha oido, pero estoy seguro que es cierto, Chloe es la menor de cuatro hermanos, dos de ellos varones, los cuales la designaron como el objetivo de todas sus bromas, y por ello siempre debió ser más astuta que el resto - dice - tiene muchas cualidades, no todas buenas, pero si las suficientes, confío en ella para esta misión, aunque ahora mismo desearía poder atarla a una silla y evitar que fuese a esa gala.

La campanilla de la puerta del bar permite que pueda ahorrarme la respuesta, ya que Chloe atraviesa la puerta, atrayendo todas las miradas.

Lleva un vestido negro, de seda, con un solo tirante. Es largo, aunque deja sus piernas al descubierto debido a la abertura de este. Se ajusta perfectamente a su cuerpo, resaltando sus curvas.

Lleva el pelo suelto, rizado en ondas, pero lo que más me llama la atención son sus labios, pintados de un rojo intenso que  incita a devorarlos.

- Chloe...

- Papá, tengo que seducirlo, y no lo haré con un cuello alto - lo corta de mal humor. - Estamos trabajando, asi que deja el papel de padre sobreprotector y limítate a ser mi coronel.

- Callate de una vez - le resta importancia a las palabras de la teniente - Estoy cansado de todo ese rollo de la profesionalidad, sabes muy bien que no tendrás beneficios por ser la hija de un superior, pero no vas a quitarme el derecho a llamarte hija cuando yo quiera.

- Acabemos con esto - dice ella - Capitán - me da paso para que hable.

- Yo estaré en la barra, por si necesita algo, mientras tanto usted debe acercarse al objetivo y como acordamos, ganarse su confianza.

- Si es todo vámonos ya - dice y se levanta para salir del bar. No alcanzamos a repasar el plan como se debe, pero ella parece tenerlo muy claro.

- Es una malcriada - se queja el coronel y sale del bar tras ella.

Yo los sigo al exterior y cada uno monta en un coche.

Solo esperemos que esto salga bien.

***

CHLOE WILSON

Solo el salón donde me encuentro ya es enorme, la casa debe de ser una monstruosidad, y lo único que me apetece es volarla en mil pedazos.