Mis Reglas©

CAPÍTULO 38

Drogas.

***
CHLOE WILSON

No quiero alarmarme, pero tengo un retraso. Debería haber me bajado hace una semana.

Son 7 dias, pero yo soy como un maldito reloj.

No debería preocuparme, siempre tomo precauciones. Excepto con Evan, pero he tomado la pildora del día después en ambas ocasiones. Es imposible que esté...

No.

Mierda. Mierda. Mierda.

Él día de la boda. Eros y yo...

Joder.

- Cielo - Evan me saca de mis pensamientos. - ¿Ocurre algo?

- No, solo pensaba - digo

- ¿Has encontrado lo que buscabas?

¿Qué buscaba?

- Eh... No.

- Si es una factura debe de estar con el resto. - dice.

- ¿Sabes que? La buscaré luego, acabo de recordar que tengo que ir a recoger un vestido - miento

- ¿A las 8 de la tarde?

- Debería haber ido antes, pero lo había olvidado

- ¿Por qué no vas mañana?

- Porque la chica se va de vacaciones - pienso rápidamente.

- Esta bien, Jacob puede llevarte.

- Ya te dije que quería conducir yo

- Pero está anocheciendo - dice

- Me gusta conducir de noche

- Bien, llamame si necesitas algo

- Vale - respondo y me levanto para irme

- ¿No olvidas algo? - dice

No, lo cierto es que lo estaba evitando.

Me acerco y le doy un beso en la mejilla antes de irme a toda prisa. Estoy cansada de que me obligue a despedirme con un estúpido beso.

Iré a la farmacia por un test y de paso compraré un vestido cualquiera para consolidar mi mentira.

Subo al coche, el cual cada vez odio más. Huele a él, a Eros, y además echo de menos mi cochecito.

¿Por qué mierda mantiene este olor?

¿En serio, Chloe? Tienes otros problemas ahora.

Joder, es verdad. ¿Qué hago si resulta que...?

Es demasiado tarde para tomar la píldora, han pasado dos semanas.

Entro en la farmacia y para mi mala suerte ahí está la chica de siempre.

- Hola - la saludo

- Hola, ¿que necesitas?

- Un test de embarazo - respondo y ella parece reír un poco.

- Vaya, parece que las pastillas no han servido de mucho - me pone la caja sobre el mostrador.

Yo le dedico una mala mirada antes de dejar algo de dinero sobre el mostrador, coger la cajita e irme de allí.

Estúpida metiche.

Nada más entrar al coche reviso mi móvil y veo una llamada perdida.

Mi vecino de arriba. Mierda, es insoportable.