Mis Reglas©

CAPÍTULO 39

Padres.

***
CHLOE WILSON

Dos minutos, cuarenta y siete segundos...

Bien Chloe, tranquila.

Mientras espero releo la caja del aparato por cuarta vez. Dos rayas es positivo, una negativo.

No he pensado que pasara que hay dos rayas, ¿Quiero que haya dos rayas?. Bueno ser madre es el sueño la mayoría de las niñas, pero cuando creces te das cuenta de que en realidad debes pensarlo dos veces antes de aceptar una responsabilidad así. ¿Yo lo he pensado dos veces?

¡LO HE HECHO COMO TREINTA!

El cronómetro de mi móvil comienza a sonar, y eso significa que han pasado cinco minutos.

Vale. Allá vamos.

Agarró el test y suspiro antes de mirar su resultado.

Dos rayas.

- Mierda... - susurro. Evan está dormido al otro lado de esa puerta y ya me la he jugado suficiente con el cronómetro.

Bien, es el momento de pensar que hacer.

No puedo decírselo a nadie, al menos no todavía. Y mucho menos a Eros, él me dejó muy claro que no estaría conmigo al irse y no quiero que se sienta obligado a hacerlo porque el bebé sea suyo. Aunque no se si es eso, o que no quiero que vuelva a hacerme daño.

Pienso en contárselo a mis amigas, pero no quiero hacerlo por mensaje.

- ¿Cielo? - escucho al otro lado de la puerta.

Mierda.

Guardo el test en la caja y lo tiro a la basura antes de que la puerta se abra.

- Hola - digo nerviosa.

- ¿Que haces aquí? Ven a dormir - dice antes de volver a la cama.

¿Dormir? Llevo noches sin hacerlo.

Visito ese club todos los días, aunque siempre acompañada por Evan, así que no podré sacar ninguna información hasta que él no se haya ido.

Necesito acabar con esto de una vez, no puedo seguir así. Me he pasado estas dos semanas poniendo excusas de mierda para no tener que hacer nada con él y ni siquiera sé como las ha creído.

Salgo del baño y me acuesto junto a él, que no tarda en abrazarme.

Realmente pensé que mi abuso sería lo peor que podría pasarme mientras estuviera aquí, pero no es así, es mucho peor ver a esas niñas maltratadas y no poder hacer nada aún.

Están pálidas y delgadas, encerradas en ese asqueroso lugar repleto de hijos de puta como mi marido y Travis.

¿Como mierda voy a criar a un bebé en un mundo así?

Y sola...

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- Creo que no puedo hacerlo - llora al otro lado del teléfono

- Bianca, lo estás haciendo bien, lo que te está pasando el normal - trato de tranquilizarla.

- Me siento tan mal...

- Estás dejándolo, ¿Si? Es totalmente normal. ¿Donde está Alessia?

- Mi padre se ha quedado con ella.

- Bien, entonces está en buenas manos

- ¿Cuando empezaré en ese grupo?

- Mañana, he conseguido meterte en todas las horas libres, así que podrás ir todos los días.