El cielo.
***
CHLOE WILSON.- ¿A quien extrañas? - me sobresalto al escucharle a mis espaldas.
- ¿A quien crees que extraño? - respondo de malas formas sin parar de andar.
- ¿Que es eso de que pospondras tú vuelta?
- ¿No se supone que estabas en plena discusión con tu hermana? - digo
- La he mandado a casa, hoy me quedaré aquí - dice mientras camina a mi lado.
- Me da igual - respondo. Estoy enfadada con él, no soy un juguete sexual y mucho menos su puta personal.
Quizá no debí entrar en su oficina antes, pero alguien podría haber salido herido y...
«Déjate de excusas.»
- Podrías venir - dice
- Pensé que tenías a muchas para esa labor.
- Y las tengo
- Pues deberías llamarlas
- ¿Celosa, teniente?
- ¿Acaso te drogas? - carcajeo - ¿Yo? ¿Celosa?, ¿tengo que recordarte quien rechazó a quien? - me detengo para mirarlo, aunque es mala idea, porque en un despiste acabo observando sus labios, lo cual no parece pasar desapercibido, ya que esboza una sonrisa ladeada.
- No me rechazaste de verdad - dice
- ¿Y como te rechazo de verdad? - digo
- No puedes - responde y tira de mi hasta el interior de los baños masculinos, para después besarme.
No lo aparto, ordeno a mis músculos que se muevan, pero simplemente se niegan a hacerlo.
Él agarra mi cintura y me coloca sentada sobre el lavamanos.
Se acerca a la puerta y la cierra para tener más intimidad, antes de volver a besarme y agarrar el elástico de mi top para después tirar de él, dejando mis pechos expuestos.
No tiene nada que ver con la primera vez, ahora abundan las ganas y la prisa para no ser descubiertos.
Yo tiro de su camiseta hacia arriba, dejando a la vista su perfecto abdomen. Me lanzo a su cuello, lo beso y lamo con desesperación mientras él agarra mis caderas.
Poco a poco voy bajando hasta su pecho y de ahí vuelvo a sus labios.
No lo piensa dos veces antes de deshacerse de mis mayas deportivas y yo tampoco vaciló demasiado en soltar su cinturón.
- ¿Que tal tu plan de rechazo? - pregunta
- En espera - respondo y eso le hace sonreír con suficiencia.
Será cabronazo.
Su boca viaja a mis pechos, los besa y muerde a su antojo, mientras yo me limito de disfrutar del placer.
La entrepierna me arde y no puedo evitar pensar lo que me provoca tenerlo dentro de mi.
- Vamos - digo mientras le desabrocho el pantalón.
- ¿Tienes prisa? - pregunta y se lanza a mi cuello.
- Si, estamos en un lugar público - digo y él niega con la cabeza mientras ríe.
- Siempre tan profesional, teniente.
Dejo que vuelva a besarme mientras desliza mis bragas hacia abajo, desnudandome del todo.
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Mis Reglas©
RomansaChloe Wilson siempre ha sido de las mejores en su academia, destacó desde los 8 años, no sólo por su belleza, si no también por sus cualidades en la pelea y su inteligencia .Todo ello la llevó a su actual título como Teniente en una de las fuerzas...