Eres mía.
***
CHLOE WILSONRetiro las gafas de sol de mi cara y sonrío al chófer de Evan.
- Buenos días, señorita Duvent - me saluda al bajar del avión.
- Buenos días Thomas - respondo.
Él abre la puerta del coche para que pueda subir y eso hago.
- ¿Evan ha llegado ya? - pregunto
- El señor Carson la espera en casa
- Genial - respondo - ¿Puedes pasar por mi hotel? Tengo que recoger mis cosas.
- Por supuesto señorita.
Voy a vivir con él. Lo que significa que la posibilidad de comunicación con la central va a ser muy restringida y no he dejado las cosas demasiado bien por allí.
Ben ni siquiera ha venido a decirme adiós, no se nada de Hugo, no he hablado del tema con mis amigas y la situación con Eros es una mierda.
Me siento culpable de todo lo que ha pasado con Hugo, y lo soy, se ha ido por mi boda y por si fuera poco, se ha ido sabiendo que le engañé con el hombre más deseado de la central.
Aunque mirándolo desde otro punto de vista, iba a irse, sin despedirse siquiera. Me estaba dejando.
No voy a negar que me lo merezco, pero la suya tampoco era una forma de hacer las cosas, y menos por mi trabajo.
No se si debería, pero me siento fatal por haber culpado a Eros, no ha sido él quien la ha cagado. Él está soltero, yo era la que debía mantenerse en su lugar, pero, ¿que se supone que debía hacer con toda esa tensión sexual?.
Nunca debí haber aceptado nada con Hugo.
El chófer para frente al hotel y yo bajo para recoger el resto de '' mi ropa ''.
Cuando llego a la habitación recojo las cosas que había dejado preparadas antes de irme, observo mi móvil. Aún no se que hacer con él, si lo encuentra estoy muerta. Lo pensaré después.
Cojo la maleta y algunas cajas con zapatos y joyas y bajo de nuevo, Thomas mete estas en el maletero junto con mi otra maleta y yo subo al asiento de atrás.
Apenas 20 minutos después ya estamos frente a la casa del hijo de puta de mi prometido.
Bajo y un par de hombres cogen mis maletas para después seguirme hasta el interior.
- Bienvenida a casa mi amor - me saluda Evan y se acerca para darme un beso.
- Gracias - respondo
- Te enseñaré nuestra habitación - dice.
Genial, tendré que dormir con él.
¿Qué esperabas?
- Claro - digo y dejo que tome mi mano para guiarme.
Pasamos un enorme pasillo lleno de cuadros de paisajes y figuras extrañas, hasta llegar a una puerta en el lado derecho. Evan la abre y me da paso, una luz tenue ilumina vagamente la habitación, pintada de beige. Puedo ver dos puertas más en el interior, supongo que el baño y un vestidor.
Una enorme cama se encuentra en el centro de la habitación, un tocador en la parte izquierda y algunos muebles más que yo no habría puesto en una habitación.
- ¿Te gusta? - dice y yo asiento
- Es muy bonita - respondo.
- Dejadnos solos - les dice a los hombres que nos han seguido para traer mis cosas.
- Gracias - les digo antes de que se retiren.
- Me alegro de que te guste - dice y yo le sonrío. - Estoy tan feliz de tenerte aquí. - se acerca a mi.
- Y yo de estar aquí - acaricio su mejilla.
- Deberíamos celebrarlo - sonríe.
- Oh, ¿me llevarás a cenar? - pregunto sonriente y el niega
- Lo cierto es que pensaba en otra cosa - me toma de la cintura
Mierda.
- Yo... Creo que será más bonito si esperamos a la boda - digo.
- No creo que seas de las que prefieren lo bonito - dice y lo cierto es que tiene razón, pero esa es Chloe, ahora soy Martina.
- Las apariencias engañan
- Las tuyas no - responde - Una mujer con tu belleza y esos ojos que desprenden fuego no puede esconder lo que es - dice mientras se acerca aún más.
- No quiero hacerlo ahora - digo y él suelta una carcajada.
- Martina - acaricia mi cara y eso me recuerda a Eros - No seas egoísta - se acerca a mi cuello.
Yo pongo mi mano en su pecho y lo alejo un poco.
- Vamos a hacerlo por las buenas - dice - O tendré que hacerlo por las malas.
Lo observo con precaución y sonrío antes de hablar.
- Iré por una pastilla - digo - Tengo jaqueca. - me giro para caminar hacia la puerta, pero su mano envuelve mi antebrazo.
Trato de mantener tranquila mi respiración y no pegarle una patada en los huevos y salir corriendo de aquí. Si lo hago todo el sacrificio anterior no habrá servido para nada.
- No me mientas - dice lentamente.
- Sueltame - le pido y él me obedece
- No te muevas - me ordena.
Él se da la vuelta para abrir las sábanas de la cama y yo aprovecho la ocasión para correr hacia la puerta, aunque sin éxito alguno, ya que acabo con su mano en mi cabeza mientras que aplasta el lado derecho de mi cara contra la puerta.
- No vueltas a desobedecerme - sisea en mi oído.
No voy a hacerlo, no voy a tener sexo con él, no al menos voluntariamente.
Me gira, pegando mi espalda a la puerta y me agarra del cuello, ejerciendo presion mientras se limita a besarme desesperadamente.
Me siento como la primera vez que me besó, como una presa siendo devorada por el depredador.
- Para - lo empujo y eso solo parece cabrearlo más, ya que me agarra la cintura y me cuelga en su hombro, yo pataleo todo lo que puedo, pero es inútil - Déjame - le pido y siento mis ojos cristalizarse.
Es un buen momento para ser Chloe.
Él me deja caer sobre la cama y se coloca sobre mi mientras me agarra los brazos sobre la cabeza.
Trato de moverme pero me es imposible, mi posicion no me lo permite y el hecho de que este entre mis piernas no ayuda. Debí pegarle esa patada en su momento.
Justo cuando voy a hablar vuelve a besarme y con su mano libre desabotona los botones de mi camisa y comienza a besar mi cuello hasta llegar al valle de mis pechos.
No voy a llorar, no pienso hacerlo.
- Basta - le pido mientras baja dando besos por mi abdomen hasta llegar el filo de mis pantalones.
Él no dice nada y se centra en desabotonar mi pantalón y sacarlo.
No sé cómo lo hago, pero me las apaño para darle una patada que lo aleja de mi, dándome un poco de ventaja para levantarme de la cama y correr de nuevo a la puerta, pero con el mismo resultado que hace unos minutos, la única diferencia es que esta vez agarra mi brazo y me gira para pegarme una bofetada que me manda directamente al suelo.
- Cielo, no pareces entender nada - me dice mientras me llevo la mano a la zona afectada y observo desde mi lugar como se desnuda, quedándose simplemente en boxers, para después cogerme del brazo y volver a lanzarme a la cama y acabar de desnudarme. Se acerca a mi oído y susurra - Eres mía y yo decido que ocurre con lo que es mío.

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Mis Reglas©
RomansaChloe Wilson siempre ha sido de las mejores en su academia, destacó desde los 8 años, no sólo por su belleza, si no también por sus cualidades en la pelea y su inteligencia .Todo ello la llevó a su actual título como Teniente en una de las fuerzas...