CAPÍTULO 34

2.3K 119 0
                                    

Nos vemos Martina.

***
CHLOE WILSON

Vuelvo a la fiesta con un nudo en el estómago y unas ganas terribles de llorar.

Bueno, no esperaba un también te amo de su parte - aunque un poco sí, los besos lentos, la cena... ¿Por qué se molestaría en todo eso sí no siente nada más que atracción? - pero tampoco esperaba esa reacción, y mucho menos que se fuera sin más.

¿Por qué decidí hacerle caso a Eva?

Alina tenía razón.

- Cariño, aquí estás - dice Evan y fuerzo una sonrisa. - Te he buscado por todas partes.

- Estaba comprobado que todo iba bien en la cocina - miento.

- ¿Estas bien?

Esconder la decepción y rabia que siento ahora mismo no es algo fácil.

- Perfectamente - respondo - ¿No crees que es hora de que me presentes a nuestros socios? - Eso es Chloe, sin filtros.

- Si - responde - Y hablando de eso... Tendremos que retrasar la luna de miel, tengo algunos asuntos importantes que atender.

- No te preocupes - digo y él sonríe.

Es un alivio no tener que viajar con él.

- Mañana mismo podrías ponerte al día con los negocios - Dice.

- Por supuesto - respondo rápidamente. Cuanto antes empiece antes acabaré.

- Pero antes tienes que conocer a algunas personas - dice y me tiende la mano para caminar juntos hasta el círculo de hombres que charlan animadamente - Señores, les presento a mi esposa, Martina.

- Es un placer - digo y ellos me saludan.

Son 3 en total, entre ellos el senador, pero sigue faltando el objetivo principal.

- Él es Gregorio Díaz - Señala a un hombre de unos cuarenta y tantos, de pelo castaño y ligeramente canoso, ojos marrones y de aire imponente. - Dirige el club de México. - continúa - Ya conoces al senador Lawers, se encarga del club de Washington.

- Disculpad el retraso - aparece Smirnov de la nada.

Si no fuera porque siento como se me ahoga el corazón en lágrimas que no puedo derramar, ahora mismo estaría de lo más feliz.

- No te preocupes, estaba presentando los socios a Martina. - dice Evan antes de continuar con la presentación - Él es Piere Fournier - me presenta a un hombre rubio, de ojos verdes y apariencia despreocupada.

- Dirige el club de Francia - acabo por él.

- Exacto - dice - También conoces a Igor, propietario de la cadena y dirigente en Rusia.

- ¿Y quien dirige el de aquí? - pregunto y todos se echan a reír.

Yo me limito a sonreír como una idiota y esperar una respuesta.

- Cielo, el club de Tucson lo dirijo yo - dice Evan, pillandome por sorpresa.

Joder.

- Oh, no mencionaste nada de eso - respondo.

- Ninguno de nosotros lo hace de forma oficial - me explica - Pagamos a alguien para que de la cara por nosotros.

Lo sabía.

- Esta bien saberlo - respondo

Tengo una confesión, pero no puedo pedir un juicio solo eso, necesito pruebas físicas o no conseguiré nada.

Mis Reglas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora