2011
Clarke fue la primera en despertar, sentía el peso del brazo de Lexa rodeando su abdomen y a Lexa durmiendo plácidamente a su lado. Clarke sonrió durante unos segundos e incluso experimentó felicidad, hasta que la inseguridad hizo acto de presencia ¿Y si Lexa se despierta y se arrepiente? ¿si dice que mejor como amigas? O peor ¿si opta por cortar toda clase de relación? Clarke llena de pánico apartó con cuidado el brazo de Lexa y sin hacer mucho ruido se vistió y puso pies en polvorosa del lugar, quizás estaba equivocada, pero es que le daba terror sufrir un rechazo más y viniendo de Lexa. Al menos así, si Lexa despierta con la idea de no volver a repetirlo o con el sentimiento de arrepentimiento no tendría porque darle largas, ya se las daba solita la rubia.
Estaba amaneciendo cuando llegó a casa, pensaba que sus padres estarían dormidos, pero no, su madre estaba en el salón, sentada junto a la mesa, mirando a la puerta, en pijama y entre sus manos tenía una taza de café:
- Mamá.
Dijo Clarke sorprendida al ver a su madre esperándola justo cuando iba a subir hasta su cuarto. Abby señaló la silla que estaba a su lado:
- Siéntate
Ordenó. Clarke tragó saliva y cabizbaja hizo lo que ordenó su madre, esperaba una buena bronca. Total, era la primera vez en su vida que llegaba a esas horas y más cuando la miró de cerca, parecía no haber dormido en toda la noche por sus ojeras y en su semblante había más preocupación que enfado:
- Siento llegar tan tarde.
- Vamos a hacer un trato- dijo la mujer- te voy a hacer varias preguntas, te pido sinceridad y a cambio te doy mi palabra de que no te voy a regañar.
Eso era complicado, pero Clarke lo intentaría, bueno, a decir verdad, nunca había ocultado nada a su madre, también es cierto que nunca había pasado nada en su vida que requiriese ocultar nada:
- ¿Qué quieres saber?
- ¿has bebido?
Como le dijese que no, su hija estaría en un pequeño porcentaje de adolescentes "raros" y cuando se dice "raro" no quiere decir malo, si no, poco común:
- Un par de copas de cava.
Abby asintió, bueno, no era cerveza, ni whisky, ni ron, ni parecía haber rozado el coma etílico, sonaba sobria:
- ¿Has probado alguna droga?
Clarke recordó los besos de Lexa, sus labios recorriendo su cuerpo, su lengua acariciando su sexo...:
- No, ni he probado un simple cigarro normal.
Bueno, las copas de cava tenían un pase, como le hubiera dicho que sí a las drogas ya hubiera sido otro cantar y no se lo creería si la ropa de Clarke oliese a humo de tabaco, pero ni eso:
- En la fiesta esa- esto si lo dijo con miedo- ¿dejaste la copa fuera de tu vista? ¿en algún momento sentiste que tenías sueño? ¿te dormiste sola?
- No fuimos a ninguna fiesta, Lexa y yo queríamos estar solas para hablar.
Se sinceró en eso también, tampoco había que entrar en detalles escabrosos, su madre se las daba de moderna, pero no sabía hasta qué punto era comprensiva. Abby miró las pintas que traía Clarke y bueno:
- ¿Lexa y tú habéis...?
- Mamá, por favor, no te voy a contestar a eso.
Dijo Clarke agachando la cabeza totalmente colorada. Abby se llevó la mano al mentón, bueno, era claro que la respuesta era un sí:
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Aguas tranquilas
FanfictionClarke vive en California junto a su hijo Aden y su madre Abby. Una noche regresa del trabajo y su madre le confiesa que aceptó una invitación de antiguos alumnos sin su permiso, obligándole a ir a su pueblo natal y desvelar el secreto que lleva gua...