Aguas tranquilas

capítulo 24

2018

Pidieron un helado que compartieron y salieron a dar un paseo, entre risas señalaban lugares y empezaban a decir "mira ese banco ¿te acuerdas....?" "Mira ese árbol ¿te acuerdas....?" Incluso la morena agarró la mano de Clarke y tiró de ella y se acercó a uno que estaba en un parque y apoyando las manos en el tronco miraron una marca tallada por unas llaves, un corazón con las iniciales L&C en medio:

- No recuerdo esto.

Dijo Clarke pasando la mano por el tronco tallado, se notaba el tiempo transcurrido en el tallo:

- No estabas presente cuando lo hice- Lexa sonrió- Lo hice después de nuestra segunda cita, nunca te lo enseñé.

Clarke sonrió sorprendida, porque no hablaron de sentimientos más intensos hasta pasado un tiempo:

- ¿después de la segunda cita?

- Sí- Lexa se acercó más a la rubia- nunca te lo dije porque no quería asustarte o presionarte, porque sería ir demasiado rápido.

- Lexa...

Comenzó a decir con una presión en el pecho, ahora se le hacía más difícil decírselo, si al menos la odiase un poquito, pero ahora que estaba en frente y tan cerca, mirándola con sus hermosos ojos verdes:

- puede que me arriesgue a que me des una bofetada- dijo la morena con voz entrecortada- pero tengo que hacerlo, aunque sea una vez.

- el qué...

No dio tiempo a terminar la pregunta cuando Lexa se acercó y la besó. Un beso casto por llamarlo de alguna forma, unos roces de sus suaves labios, ambas mantuvieron los ojos cerrados y Clarke los mantuvo cerrados unos segundos después de que Lexa se separarse, al abrirlos se encontró con Lexa cerrando los ojos fuertemente y poniendo una mueca, como esperando un golpe. Clarke dejó escapar una risita:

- ¿qué haces?

Lexa mantuvo un ojo cerrado fuertemente y abrió otro manteniendo la mueca:

- espero a que me des la bofetada por el atrevimiento.

Clarke rio entre dientes, alzó las manos y las posó en las mejillas de la morena que reaccionó como si hubiera recibido un calambre. Sin duda, el encuentro estaba siendo muy diferente y al igual que Lexa, también sentía debilidad al estar cerca de ella, no le dio esa bofetada, más bien le devolvió el beso. Casi parecía la escena de una novela romántica con el árbol tallado con sus iniciales gravados de fondo. Lexa atrajo más a Clarke y la abrazó entreabriendo los labios para la entrada en acción de sus lenguas, Clarke pasó sus manos detrás de su cabeza rozando su pelo recogido. Rememorando sus besos al parecer seguía causando efecto en su cuerpo. Se separó un poco y juntó sus frentes:

- Quizás- comenzó a decir la rubia con respiración agitada- debemos irnos a otro sitio.

- En mi casa no tengo una botella de cava- dijo Lexa- pero sí tengo una botella de agua bien fresca.

Clarke curvó las comisuras de los labios:

- te acepto una copa de agua.

- bien.

Musitó la morena abrazando de nuevo a la rubia y la daba otro beso más prolongado antes de volver a su camioneta, durante el trayecto fueron en silencio de vez en cuando se miraban y se sonreían. Hace años atrás se hubieran sonrojado, pero ya eran dos personas adultas que sabían lo que iba a ocurrir y obviamente de forma consentida por ambas partes. Lexa estacionó en frente de su casa y bajó corriendo para ir al lado del copiloto para abrir la puerta y esperó a que la rubia bajase: