A la mañana siguiente iniciaba el día de Lexa embarazada, parecía que iban un poco del revés, primero parió y después lo llevó encima, pero bueno. Antes de vestirse Clarke la ayudó ponerse primero la faja que simularía la presión de los órganos siendo desplazados, tampoco es que se lo apretase hasta el punto de dejarla sin respirar y aplastar sus órganos provocando algún tipo de necrosis. Aun así, Lexa reaccionó como si le pusieran una piedra gigante en la tripa:
- joder, estaría bien que los niños las cigüeñas de París.
Dijo Lexa con voz ronca:
- Sí eso fuese así, más de un hombre heterosexual no probaría a una mujer en su vida- puso una mueca- al menos no de manera consentida.
Lo siguiente que se puso fue el chaleco con la barriga de embarazada, a ver, se sintió esos kilos de más, que a primera instancia parecía soportable. Aquel día Lexa tuvo que cambiar los vaqueros por un pantalón deportivo con la cinta elástica y una camiseta ancha, se miró al espejo y:
- Joder, parezco embarazada de verdad.
- Para eso están hechos.
Clarke se sentó en la cama y observó como Lexa trató de agacharse a agarrar una bota, pero entre la cinta que la apretaba y la barriga que presionaba su vejiga se lo complicaba un poco:
- ¿me ayudas?
Preguntó Lexa señalando su calzado:
- No seas tan cómoda- dijo Clarke con malicia- es algo que hago diariamente.
Lexa gruñó y dio unas patadas al calzado hasta dejarlos junto a la cama y se sentó, soltó todo el aire que tenía en los pulmones y con torpeza se inclinó hasta conseguir agarrar la lengüeta de la bota pinzando los dedos índice y corazón. Tomando aire al incorporarse:
- Joder, creo que se me han escapado unas gotitas de pis- miró a Clarke y la encontró enfocándola con la cámara del móvil- ¿me estás grabando?
Clarke carcajeó sonoramente mientras seguía grabándola:
- Un pequeño recuerdo de tu día como embarazada- señaló la bota que tenía en su mano- termina de calzarte.
La odisea no sólo era agarrar el zapato, también lo era para calzarse y no es que se tratase una barriga de grasa que dentro de lo que cabe se amolda más, pero ¿eso? Era diferente y cuánto más apretaba, más presión en la vejiga. Cuando por fin pudo terminar de calzarse se levantó:
- lo he pillado, siempre que vea que te vas a calzar te ayudaré- apretó un muslo contra el otro- ya no aguanto más, me meo.
Dijo la morena corriendo al baño y si calzarse fue una odisea en cuanto levantó la tapa del váter intentó alcanzar su Lexinepe, pero en medio se hallaba una barriga, después de intentarlo de varias maneras ya no le quedó más remedio que sentarse y orinar con la Lexitrompa colgando, rezando para que la última gota haya caído y no terminase en su ropa interior. Se lavó las manos después de tirar de la cadena. Salió del baño, Clarke estaba esperando fuera con una sonrisa:
- Si algún día necesitas ayuda para limpiarte el potorro, te lo limpió sin problemas.
Aden salió de la habitación, tenía el pelo alborotado y se restregaba un ojo con un puño, abriendo los ojos de par en par cuando no vio a una madre embarazada, si no dos:
- ¿te han abducido esta noche y has despertado embarazada?
- Bueno, casi es como el pueblo de los malditos, pero no- respondió Lexa levantándose la camiseta- es un embarazo de mentira- se volvió a bajar la camiseta y se acercó a Clarke para darle un beso en la mejilla- me voy a trabajar.
ESTÁS LEYENDO
Aguas tranquilas
FanfictionClarke vive en California junto a su hijo Aden y su madre Abby. Una noche regresa del trabajo y su madre le confiesa que aceptó una invitación de antiguos alumnos sin su permiso, obligándole a ir a su pueblo natal y desvelar el secreto que lleva gua...