Aguas tranquilas

capítulo 19

2011

Clarke compró dos test de embarazo en la farmacia del pueblo de al lado, ya eran varios días de retraso y la verdad es que estaba aterrada, justo cuando se marchaba del pueblo y no sabría cómo afrontarlo con Lexa y sus padres, sobre todo sus padres después de asegurar que usaba protección.

Hizo la prueba cuando sus padres estaban fuera, así no sospecharían que estuviera tanto tiempo encerrada en el baño. Pensó decírselo a Lexa, pero ¿si era solo un susto? Como ya había comentado había épocas en que su regla era irregular, así que decidió hacerse la prueba sola y si daba negativo no diría nada a Lexa y si daba positivo, bueno ya decidiría que hacer si daba positivo, era joven para ser madre y eso implicaría abandonar la carrera, o al menos aplazarla ¿estaba preparada para ser madre? ¿estaba preparada para seguir en esa isla soportando las habladurías de la gente?.

Dejó ambos test sobre el lavabo después de orinar sobre ellos y de repente el tiempo se ralentizó, casi tuvo la sensación de que se paró, porque los minutos fueron eternos. Mordiéndose las uñas mirándose en el espejo, no podía quedar embarazada, Lexa le aseguró que tenía pocas posibilidades de dejar embarazada a alguien, ya sería mala suerte, solo se arriesgaron dos veces, sería demasiado atino. Llegado el momento cerró los ojos, tomó aire y agarró el primer test, se quedó mirándolo con el pulso tembloroso y respiración agitada, su pulso estaba acelerado y si no se controlaba su respiración le daría un ataque de ansiedad:

- Positivo.

Musitó con un hilo de voz, soltó el primer test y agarró el otro, las esperanzas de que fuese un falso positivo se redujo a un porcentaje bajo, por lo que no se decepcionó cuando vio que también había dado positivo. Sus temores se hicieron realidad, estaba embarazada de Lexa Woods ¿y ahora? ¿Cómo se lo decía? ¿Cómo se lo decía a sus padres? Seguramente Lexa intentaría hacer lo correcto y le pediría matrimonio, seguramente su padre obligaría a Lexa casarse con ella. Se sentó en la taza del váter y comenzó a llorar.

No estaba en condiciones de hablar con nadie ese día, así que le mandó un mensaje a Lexa diciendo que ese día no podía quedar con ella y se encerró en su habitación. Sus padres llegaron en la noche a sique dieron por hecho de que Clarke estaba durmiendo, lo cierto es que fue incapaz de dormir esa noche, entre llantos y ansiedad.

Al día siguiente empezaba otra semana, Lexa había metido todas las cosas de Costia en una caja y miraba por su habitación y armario para ver que no se dejaba nada, así llegada la hora Costia no estaría más del tiempo necesario. Tampoco es que tuviera muchas cosas, varias prendas de ropa, un par de libros, cds de música y poco más. Cuando Costia timbró Lexa abrió y frunció el ceño, pues la morena estaba vestida como si se fuese de fiesta, con un top, minifalda, sandalias, bien peinada y maquillada, no es que en días normales no se arreglase, Costia es muy coqueta, pero también suele moderarse con el maquillaje, a Lexa siempre le había dado igual eso, pues aunque Costia daba la sensación de ser la típica chica coqueta que encajaría con el grupo deportista, tenía un coeficiente intelectual alto, por eso era la jefa del club de matemáticas:

- Hola, Lexa – pasó por el lado de Woods sin esperar que la diese permiso- ¿me dejas pasar?

Preguntó después de haber pasado:

- Claro.

Musitó Lexa entre dientes y cerró la puerta un poco fuerte, se dio media vuelta y vio que Costa estaba mirándola mientras jugaba con su cabello:

- Aunque parezca mentira- decía Hall- me alegra verte, estas semanas te he echado de menos.

- ¿sí?- preguntó Lexa con la brusquedad heredada de su padre- Porque yo a ti no.