Capítulo 31

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2018

Cuando Lexa despertó a primera hora de la mañana se extrañó de no encontrar a Clarke a su lado, se levantó de la cama y se puso la primera camisa que tenía a mano, salió de la habitación pensando que había ido al baño, pero en todo el recorrido no vio ni una pertenencia de la rubia. No creía que se fuese sin hablar antes o sin despedirse, así pues, se duchó, se vistió y desayunó antes de ir hasta su casa, en todo el trayecto buscaba la fórmula para hallar el modo de que al menos se planteasen intentarlo. Estaba claro que aún había química, que estaban cómodas juntas. Cuando se plantó en la puerta de su casa rememoró aquel día en que su madre la echó con horribles palabras y tuvo un mal presentimiento. No parecía haber movimiento dentro de la casa ni que hubiera nadie. Llamó una vez, otra y otra, sin obtener ni una sola respuesta. Dándose por vencida, llamó al móvil de Clarke, un tono, dos tonos, tres tonos, nada, sin respuesta. Los latidos de su corazón se dispararon, pues una vez más, Clarke Griffin había desaparecido sin haber dado ni una explicación. Abatida fue hasta el muelle justo donde atracaba el ferri, cuando llegó el ferri ya había hecho su viaje de retorno y veía como zarpaba a lo lejos. Que desapareciera, así como así, le daba pie a que pensase muchas cosas, que había sido un entretenimiento, que la había engañado y posiblemente si estaba casada o mínimo tenía pareja.

Lo intentó en los siguientes días, llamó y sin respuesta, hasta que desistió. No iba a estar semanas como la última vez, se cansaba antes de ir de detrás de alguien, aunque ese alguien fuese Clarke.

El ayudante que había contratado para que le echase una mano con el taller mecánico le aconsejó que visitase a la doctora Fisher, una conocida que era "buena" en lo suyo, aunque más bien la vendió en plan "es como una madre aconsejando":

- No me hace falta una madre, Jasper, lo que necesito es una explicación.

- La explicación es que están locas.

Lexa miró con una ceja alzada a Jasper:

- ¿te parece bonito generalizar? Yo también soy mujer.

Jasper tragó saliva y se movió algo incomodo:

- Ya me entiendes, además también generalizan con los tíos y no me voy quejando.

Lexa carcajeó:

- Porque sabes que pierdes.

- Sin dudarlo.

Añadió Jasper con tono jocoso:

- Está bien, iré a visitar a la dichosa loquera.

- Ese es el problema- dijo Jasper señalando a Lexa con una llave inglesa- ir a un psicólogo no quiere decir que estés loco, ni todas las enfermedades mentales significa locura, un psicólogo es como los actuales coach, pero en el sector emocional.

- Para lo bruto que puedes llegar a ser, en ocasiones puedes ser muy profundo.

Jasper le guiñó el ojo y siguió con sus quehaceres.

En cuanto Lexa paró para comer, esperó y tardó en regresar al taller, ya que fue hasta el consultorio de la doctora Fisher. Paró en el portal y llamó al timbre, hasta a ese punto había llegado, visitar a una psicóloga por los actos desconcertantes de Clarke.

2021

Durante el resto del día la relación entre ambas protagonistas estuvo lleno de tiranteces, hasta el mismo Aden se dio cuenta y eso que en su presencia ambas mantenían una relación "cordial" era obvio que el trato era diferente, cuando están bien suelen ser más apegadas, más cariñosas la una con la otra, tontean más, muy diferente a cuando estaban molestas, pues suele haber distancia y menos cariñosas, en plan "nos comportamos porque hay menores enfrente y de no ser así ardería troya" bueno, tampoco así, Clarke era consciente de que Cillian podía ser muy descarado y a su vez le molestaba que Lexa le montase esa escena cuando la rubia también tenía motivos de estar enfadada y había sabido gestionar esos sentimientos para tratar de que la relación siguiese adelante.

Aguas tranquilasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora