2018
Aunque la noche era larga, para ambas resultó ser corta, mantuvieron relaciones sexuales de manera muy apasionada, hasta que sus cuerpos fueron incapaces de moverse un ápice, fue cuando ambas si necesitaron tomarse esa copa de agua, la botella entera más bien. Hasta que les pudo el sueño estuvieron hablando, bromeando más bien, ninguna tuvo las agallas suficientes para sacar temas más importantes e intimas.
Clarke se despertó a las 10:00 de la mañana, a las diez, hacía mucho tiempo que no se despertaba a esas horas, aun sentía el cuerpo tan relajado que le costó moverse, se incorporó a su lado no había nadie, se levantó y agarró la primera prenda que vio, una camiseta blanca con un camión casi borrado por el exceso de lavados y por el tiempo de uso. Buscó su ropa interior inferior y se lo puso ignorando si las costuras estaban del derecho o del revés. Sin apenas hacer ruido abrió la puerta de la habitación y se asomó para exencionarse si Lexa estaba en la casa o si había salido, llegó a pensar que se había ido a trabajar y la había dejado durmiendo, pero la escuchó trastear en la cocina. Cerró la puerta con cuidado y rebuscó entre sus cosas su móvil, alejándose de la puerta de la habitación se puso junto a la ventana que daba a la parte trasera de la casa. Marcó el número de su madre y llamó:
- Hola ¿estás con Aden?- escuchó lo que dijo su madre y sonrió- ¿me pones con él?- Esperó unos segundos y su sonrisa se amplió- Hola cariño ¿qué tal estas?... yo también te echo de menos, pasado mañana nos reunimos y te daré un montón de achuchones de acuerdo, no volveré a separarme de ti...- la puerta de la habitación se abrió, haciendo que la voz de Clarke cambiase de una cariñosa y dulce a una más neutra- tengo que colgar, mañana hablamos.
Se sintió fatal por colgar el teléfono como lo hizo. Lexa entró en la habitación con una bandeja con menesteres y bebidas. Clarke alzó una ceja cuando se fijó bien en el momento que colocó la bandeja sobre la mesilla de noche, Lexa solo llevaba un delantal y el pelo recogido en un moño hecho deprisa:
- No sabía que querías, así que te hice un zumo de naranja- puso los ojos en blanco y admitió- bueno es de tetrabrik y un cola-cao, no sé hacer tortitas ni esas cosas- Clarke se sentó en la cama y miró lo que tenía el plato- intenté hacer tostadas, pero no sé porqué mi tostadora carboniza el pan, salvé algunas rebanadas.
Clarke sonrió, en definitiva, Lexa parecía no haber cambiado un ápice:
- ¿eres mecánica y no sabes regularizar el temporizador de tu tostadora?
- Arreglo coches- respondió con cara de inocencia- no electrodomésticos, si arreglase electrodomésticos trabajaría en una tienda de frigoríficos y no en un taller.
Clarke volvió a sonreír, agarró el vaso de zumo y le dio unos sorbos, hacía años bebía cola-cao, pero Aden prefería el Nesquik y ya se había habituado a ese sabor. En cuanto a las tostadas, ver tanta viruta negra no incitaba a comerlas. Dejó el baso de nuevo en su sitio y dijo con tono jocoso:
- Gracias, es el zumo de tetrabrik más bueno que me han servido en un vaso que antiguamente fue un recipiente de nocilla.
- En esta casa todo se recicla guapa- Lexa se sentó al lado de Clarke y ambas se miraron- te vas pasado mañana ¿verdad?
Clarke asintió con la cabeza:
- ¿y cabe la posibilidad de que aceptes pasar conmigo lo que quede de fin de semana?
Clarke miró a la bandeja, habían mantenido relaciones sexuales, la había hecho el desayuno, se habían estado viendo y evitando hablar de cosas importantes, estaba claro que aquello no iba a ir a ningún lado y puede que terminasen haciéndose daño nuevamente, aunque en el fondo se moría por pasar el día con Lexa y olvidarse del mundo exterior solo por un día, como si los años no hubiesen pasado para ninguna de las dos:
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Aguas tranquilas
FanfictionClarke vive en California junto a su hijo Aden y su madre Abby. Una noche regresa del trabajo y su madre le confiesa que aceptó una invitación de antiguos alumnos sin su permiso, obligándole a ir a su pueblo natal y desvelar el secreto que lleva gua...