2011
Clarke sabía que un embarazo de rebote era tener demasiado atino, hasta sus propios padres tardaron un tiempo en conseguir que ella llegara al mundo y si Lexa le dijo que su porcentaje de dejar en estado a alguien eran mínimas disminuían las posibilidades, así que intentó no pensar en ello, eso sí, le dejó claro que sin goma no volvía a meter el bollo en el horno.
Lexa ayudó a su de miércoles a viernes, esa semana hubo más clientes de lo normal y eso era bueno para el negocio, también porque Gustus cada vez se veía más delgado y débil. Lexa intentaba convencer a su padre de ir al médico, pero el hombre era cabezota y decía que no iba estado perdiendo el tiempo con exámenes médicos y que, si debía morir, lo haría haciendo lo que más le gustaba, arreglando coches. Por lo que no vio a Clarke hasta el sábado, la propuso ir al lago junto a la cascada. Era una zona donde solían ir la gente más joven para bañarse y dependiendo de la hora y zona, iban para algo más, aunque la principal razón por la que llevó a Clarke ahí fue para pasar el día en la naturaleza. A Lexa le gustaba sentarse junto a la orilla y observar como el agua caía agitando las aguas. Clarke estaba sentada a su espalda, pasando las manos por su espalda mientras le extendía protector solar. Como sintiese un impulso se giró un poco para mirar a la ojiazul:
- Sí seguimos juntas cuando acabes la carrera y las prácticas ¿te casarías conmigo?
Clarke dejó escapar una risita de la sorpresa, se apoyó en el hombro de la morena, había estado pensando en lo que haría cuando terminase la carrera y las prácticas, quería a Lexa, pero ¿estaba dispuesta a volver a la isla por Lexa?:
- vamos.
Dijo la rubia levantándose y corrió por la orilla quedando junto a las rocas de la cascada, pasando por ellas quedaba un hueco donde se podía ver la cascada desde dentro, como una pequeña cueva natural. Lexa sonrió levemente y corrió hasta dar con la rubia que la estaba esperando apoyada en una roca húmeda, ese día la rubia tenía puesto un bañador azul. Lexa tenía un bikini y un bañador verdes oscuro:
- no me has contestado.
Dijo acercándose a Clarke:
- ¿no crees qué es muy precipitado preguntar algo así? No tenemos ni un mes.
Lexa sonrió:
- tienes razón.
- Ven aquí.
Dijo Clarke atrayendo a la morena y culminó con un beso, pasó sus manos detrás de la nuca de Lexa para intensificar los besos. La morena, traviesa acercó su mano derecha a uno de los senos de la rubia. Clarke hizo lo propio bajando la mano izquierda hasta acariciar el miembro de Lexa por encima de su bañador:
- no tengo protección.
Dijo Lexa separándose entre besos:
- podremos hacer otras cosas divertidas.
Respondió Clarke con tono coqueto:
- alguien puede...- comenzó a decir con un hilo de voz- encontrarnos.
- pues debemos ser rápidas.
Susurró la rubia mientras besaba el cuello de Lexa y claro, la morena es de carne y hueso. Más cuando la ojiazul empezó a bajar el repertorio de besos por su abdomen y a bajar un poco la cintura de su bañador, para besar su cintura de un lado para el otro:
- No mires.
Pidió la rubia colorada, Lexa se pasó las manos por la cara y con una sonrisa bobalicona dijo:
ESTÁS LEYENDO
Aguas tranquilas
FanfictionClarke vive en California junto a su hijo Aden y su madre Abby. Una noche regresa del trabajo y su madre le confiesa que aceptó una invitación de antiguos alumnos sin su permiso, obligándole a ir a su pueblo natal y desvelar el secreto que lleva gua...