capítulo 40

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La verdad saldría a la luz, Baby no era hijo biológico de Lexa Woods, podrían usarlo como arma de chantaje. El marido de Costia, aun sabiendo que tampoco era suyo podía decidir llevárselo. Denunciarlo ante los servicios sociales aseguraba que Baby estuviera a salvo legalmente. En realidad, le pusieron el nombre de Owen, pero por no cogerlo cariño lo llamaban Baby. Aunque Lexa, pensó en que podían actuar como casa de acogida hasta que lo adoptasen, un tema que hablaría con Clarke, porque si Costia actuó como lo hizo fue para evitar que el niño fuese criado en esa comunidad de locos y no era por justificar una barbarie que deberá pagar, pero quizás, al verse "libre" de esos chiflados, Costia sí querría ejercer como madre.

El caso es que dejaron al Baby en el hospital y al ser ultimo día del fin de semana lo pasaron con Aden, que hasta el momento estaba con Harper, ha este paso todo el sueldo de ambas se lo acabaría llevando la niñera. Nada de navegar, tanto Clarke como Lexa necesitaban un poco de tranquilidad y si no era mental al menos que sea descanso físico. Eso sí, la noche anterior le tocó a Clarke pelear con su hijo para conseguir que se duchase, ahora le tocaba a Lexa lidiar con sus energías. Era un niño que por momentos era tranquilo, en cuanto había un programa en la televisión que le gustaba, dos o tres capítulos o una película aguantaba quieto, podía aguantar otro rato jugando a la pelota en el patio, aguantaba otro rato jugando a un juego con la Tablet y ese fue un rato que tuvieron de descanso ambas mujeres ¿más hijos? Se llegó a preguntar Lexa cuando no pudo más.

La mecánica estaba sentada en el sofá mirando las noticias, eso si que ponía la cabeza como un bombo, cada día que pasaba daba la sensación de que estallaría una tercera guerra mundial. Clarke que había subido un momento para ver lo que estaba haciendo Aden, porque en los momentos en que la casa estaba más en silencio son los que más debía temer. Una vez entró en la habitación de su madre y sacó todo el maquillaje, se puso perdido y no es que le molestase la idea de que a su hijo le pudiera gustar maquillarse, es que puso la habitación y la ropa llena de manchurrones. Por suerte Lexa pasaba de maquillajes y aun así traía la ropa que daban ganas de tirarla a la basura, Clarke máximo de vez en cuando se ponía un poco de rime y poco más. Cuando Clarke subió no le vio haciendo una trastada, pero igual bajó escandalizada para acercarse a Lexa y la zarandeó en plan dramática asustando un poco a la ojiverde:

- ¿qué pasa?

Preguntó bajando el volumen a la tv:

- Tienes que hablar con Aden.

- ¿Por qué? ¿qué ha hecho?

- En sí hacer algo malo no- empezó a explicar la rubia algo roja- es decir, he subido y estaba viendo un documental de osos con la Tablet...- Lexa la miró sin comprender la razón de su dramatismo- pero con una mano no dejaba de...- carraspeó nerviosa y bajó la voz- tocarse la cosita por encima del pantalón, creo que va siendo hora de que hables con él, dentro de dos años saldrá de la pubertad para entrar en la adolescencia y...

- Un momento- dijo Lexa apagando la televisión y empezando a ponerse colorada también- ¿por qué tengo que ser yo quien hable con él de estos temas?

- Porque es tu hijo y tú tienes...- la señaló en la entrepierna- y podrás explicarle mucho mejor.

Lexa frunció el ceño:

- También es tu hijo, esto es algo que debemos explicar las dos ¿no crees? A demás, es algo natural que sienta curiosidad o...

- ¿ves? Ya tienes como empezar a explicarle- Dijo Clarke levantándose y tirando de Lexa para luego empujarla dirección a las escaleras- además yo voy a llamar a los de servicios sociales ahora.

Lexa tragó saliva y dejó escapar un pequeño gruñido, bueno, no se trataba de soltarle toda la charla directamente, le explicaría lo que era necesario en estos momentos, mejor que la que le dio su padre, que fue poco y menos. En su cabeza sonaba bien y en la teoría todo era normal, todo era no estaba mal y no hay que hacerlo un tabú ni hacer que su hijo tuviese un trauma, pero la practica era otra cosa. Lexa se asomó y realmente era incomodo, Aden estaba mirando el documental mientras que distraído se manoseaba su pito alegre por encima de los pantalones, porque Aden había nacido intersexual y su tamaño no llegaba a ser como un niño con los cromosomas xy. Lexa se dio media vuelta y se puso la mano en la cara tapándose los ojos. Incómoda volvió a girarse y antes de entrar dio unos golpecitos en la puerta:

Aguas tranquilasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora