capítulo 61

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Monisha que así se llamaba la psicóloga, atendió sin prisas, después de todo solo atendía a dos clientes por visita, eran trabajos extras para ella, así que toda la mañana se la dedicó a Lexa y Clarke. Le mencionaron lo del refuerzo positivo, ya funcionó una vez, pero Monisha aunque lo veía una practica buena para la confianza, eso no solucionaba cualquier problema interno y hasta que esos problemas subyacentes no se hubieran solucionado, poco serviría el refuerzo positivo, así que agarró el primer objeto que tenía a mano, en esta ocasión un bolígrafo y se lo dio a Lexa:

- Quien tenga este bolígrafo en la mano podrá hablar y solo podrá escuchar, máximo lo podréis tener dos minutos cada una, habla una primero, la otra escucha, luego al revés- se miró el relój- y empiezas ya.

- A una buena has ido a entregar el bolígrafo primero- miró a Clarke que la miraba solicita arqueando las cejas- Clarke, somos como somos y tenemos nuestro carácter, piensas que estoy las 24 horas de los 7 días de la semana pensando en "me perdí los primeros años de mi hijo" pues no, cuando estoy trabajando lo único que tengo ganas es de regresar pronto a casa y pasar tiempo con los tres, no quiero perder tiempo mas tiempo en el pasado, quiero disfrutar del presente, porque te quiero, independientemente de que pasemos por un bache o discutamos al final del día lo que quiero es dormir abrazada a ti y sé que suena- miró a Monisha porque ya se olía lo que iba a decir- tóxico, poco sano y que parezco dependiente de Clarke, que diga que la quiera y que piense en ella las 24 horas no quiere decir que esté las 24 horas debajo de su falda- y cómo no, tenía que terminar con su chascarrillo y humor pésimo- quizás cuando era adolescente en celo si quería estar debajo de su falda, pero ahora que soy adulta no...

- ¿ve? Al final se refugia con bromas y ¿Cómo que ahora de adulta no? Últimamente estás en celo...

Saltó Clarke a pesar de que no tenía el bolígrafo en la mano:

- TsSsSSSSSsss- siseó Lexa enseñándola el utensilio- ves esto, significa que solo yo puedo hablar.

- Ya no, le toca a Clarke.

Le dijo Monisha mirando su reloj:

- Solo una última cosa- quiso responder a la pregunta de Clarke- no seré una adicta al sexo, ni le doy importancia, pero no sé qué me pasa últimamente que estoy caliente, vale, ya lo he dicho.

Le dio el bolígrafo a Clarke, pero antes de que la rubia hablase Monisha hizo una leve pausa:

- Me comentasteis que Aden debido a su falta de autoestima estuvo usando testosterona en crema ¿Quién de las dos suele tener más contacto con Aden y sus cosas?

- Por compensación y porque últimamente no quiere nada conmigo- respondió Clarke- suele ser Lexa.

Monisha asintió con la cabeza:

- Si la piel no a absorvido del todo la crema, todo lo que entre en contacto también se verá afectado, ropa, objetos, personas...

Lexa achicó los ojos:

- Me estás diciendo que ¿estoy caliente porque la testosterona de mi hijo me ha afectado?

- No, te digo que posiblemente al estar en contacto diario, aunque sea levemente con un tratamiento hormonal haya hecho que tengas cierto desequilibrio y eso nos puede pasar a cualquiera, no solo tiene que ser testosterona- miró a Clarke- perdona, te he cortado, es tu turno, por lo demás, no te preocupes, con el paso de los días se te irá regulando.

Bueno, sí había otra forma de que Lexa experimentase el desorden hormonal que experimentó Clarke en una de las etapas del embarazo, esa era una buena opción, lastima que no le durase el mismo tiempo que la tuvo casi a pan y agua:

Aguas tranquilasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora