Aguas tranquilas

capítulo 54

   Clarke regresó al trabajo, Harper cuidaba de Madi mientras que Aden iba al colegio, ya podían decir que estaba pasando de la pubertad a la adolescencia, poco a poco el gusto por construir maquetas ya no le parecía tan entretenido, eso de que le lean cuentos no quería ni oírlo, porque "ya era grande" sí que seguía compartiendo tiempo con Lexa, como ir a navegar juntos o cuando salía del colegio iba al taller y la ayudaba, poco a poco iba captando los fundamentos y como actuar según que averías tenían los coches y entre ambos aprendían las mecánicas de las motos acuáticas, pues desde la primera que le llevó Jasper habían recibido más clientes, sobre todo en época de vacaciones. El único consuelo que tenía la morena, es que ese proceso de crecimiento que se había perdido de Aden, lo vería en Madi, ya lo estaba experimentando, ya le crecía los primeros dientes de leche y la llamaba niña prodigio, porque dio sus primeros gateos a los cinco meses y medio, cuando la media suele ser unos meses más tarde o eso había leído y si los libros mienten, la daba igual, seguía siendo su niña prodigio:

- ¿viendo páginas indebidas?

Preguntó Anya saliendo de la sala de pesas del gym y dirigiéndose a Clarke. Octavia renovó el portátil de recepción e iba más rápido que el anterior, siempre que no tenía jaleo podía ver algún capítulo o hacer otras gestiones:

- Estoy mirando viajes, hemos conseguido ahorrar para hacer por fin la luna de miel que no hemos tenido.

Anya se apoyó en el mostrador con cara de pillina:

- Así que vais hacer más bebés. 

Clarke puso una mueca:

- Dos y no más, ya he cumplido con la repoblación. 

Anya carcajeó: 

- Uno ya me parece demasiado ¿a dónde tenéis pensado ir?

Clarke puso cara de risueña:

- Me gustaría poder viajar a algún país europeo, Francia, Italía o Grecia- su cara de risueña cambió a una apenada- pero los ahorros no llegan para tanto, iremos a Brasil, es carillo igual, pero es más asequible- dibujó una expresión divertida- Pernambuco es bonito, todo un paraíso y Lexa en un principio estaba emocionada, pero después de saber que en algunas playas hay tiburones dice que más allá de los juanetes no se moja. 

- Tu mujer está demasiado delgada como para entrar en su dieta.

Dijo Anya entre carcajadas:

- Ya se lo he dicho, pero entre que aun se acuerda de la película "Tiburón blanco" y de que está obsesionada con que el ser humano está jodiendo tanto su ecosistema que los enloquece y los hace más propensos a atacar. 

Lindgren alzó las cejas: 

- Menuda es, pues tu disfruta por las dos y ya me dirás qué tal...- puso cara de cómplice- se gastan los brasileños y brasileñas, que si me dices que hay muchas Gisele Bündchen o Tasta Teles pido el traslado a Brasil. 

- ¿dejarías tirada a Raven?

- Sería la primerita en hacer las maletas, iría detrás de las chicas en plan "Nossa, nossa assim você me mata"- comenzó a canturrear- "Ai se eu te pego, ai ai ai se eu te pego" 

- No sé que has dicho, pero tratándose de Raven no quisiera saberlo.

Anya le guiñó un ojo a la rubia:

- Me voy, espero que hagáis muchas fotos, el tiempo que estéis fuera del hotel. 

- Eso seguro.

Respondió Clarke con una sonrisa de felicidad. Estaba claro que su historia había empezado con altibajos, pero ahora estaba en su mejor momento, a pesar de que su actividad sexual había disminuido, incluso después de arreglar la habitación de Madi y haber trasladado su cuna, ambas terminaban tan cansadas que al final del día se conformaban con hablar y tumbarse a ver una película o una serie.