Capítulo 51

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-Emma, por favor espera... Te juro que puedo explicártelo, no es lo que parece, de verdad... -Marco tarda apenas un segundo en saltar de la cama para seguirme mientras recojo las pocas pertenencias que tengo desparramadas por su habitación.

-¿El qué puedes explicar, Marco? ¿Que te pille revisando a escondidas mi teléfono? Eso no tiene explicación posible, lo siento mucho...

-Solo... solo estaba apagando la alarma. No quería que te despertaras tan pronto. 

-¿La alarma? -suelto una carcajada seca antes de continuar-. Sabes que no soy imbécil, no tengo ninguna alarma puesta. Deja de mentir, joder, ¿no te das cuenta de que estás haciendo el ridículo?

El mallorquín guarda silencio y traga con dificultad, lo que me confirma que me ha mentido, como si fuera una novedad a estas alturas...

-Me voy -susurro después de un largo silencio abriendo la puerta de la habitación.

-No, no, no... Emma espérame, por favor. Te llegó un mensaje y pensé que... no sé qué pensé pero solo quería quitarlo de la pantalla para que no te despertara.

-¿Y decidiste que era buena idea revisarme el teléfono entonces o al leer el mensaje? -freno en seco en las escaleras, lo que hace que se eche un poco hacia atrás.

-Yo... lo siento.

-Yo también lo siento, Marco. Siento que en el momento que las cosas entre nosotros pueden volver a enderezarse, podríamos volver a ser la pareja que fuimos hace cinco años, siempre ocurre algo que vuelve a hacer que desconfíe de ti. Y ya tenemos una edad para ir jugando a intentar salvar una relación que claramente no tiene ni pies ni cabeza.

-¿Estás queriendo decir que...?

-Sí, Marco. Quiero decir que quizá no es buena idea que lo intentemos una y otra vez. Quizá la mejor opción es dejarlo y quedar algún día como amigos. Sinceramente no puedo más. No quiero más. No quiero más mentiras, no quiero más peleas, no quiero más tira y afloja. No quiero que desconfíes de mí por errores del pasado, sobre todo cuando te he explicado por activa y por pasiva que quiero estar contigo, pero parece que o no me escuchas cuando te lo digo o no lo quieres entender. No quiero que me leas el móvil a escondidas, joder. ¿Acaso no nos tenemos la confianza suficiente para que me preguntes directamente por qué me aparté de Álvaro? 

>> Esto se está convirtiendo en una relación tóxica lentamente y nosotros hemos decididos ponernos una venda en los ojos para no verlo. Pero ya no puedo más. No quiero despertarme un día y lo primero que piense sea sobre qué vamos a discutir hoy. Te quiero, de verdad, pero también me quiero a mí y lo nuestro nos está destrozando por dentro a ambos. Y yo nunca he querido eso. Menos si te incluye a ti en la ecuación.

-¿Es la definitiva?

-Por nuestro bien, espero que sí.

-¿Te vas a ir con Álvaro?

-Eres increíble, joder. Por razones como esta cada vez tengo más claro que no somos el uno para el otro. Te suelto un rollo que me cuesta horrores decir sin llorar y ahora ¿insinúas que me estoy viendo con otro? Que tengas una muy bonita vida, Marco.

-Vale, vale perdona. Emma. Por favor. No quería decir eso. Démonos un tiempo, quizá es lo que necesitamos. Pasar un tiempo lejos el uno del otro para echarnos de menos. Para sentir que nos necesitamos. Llevamos años enganchados en una espiral de romper y volver. Vamos a darnos el verano y tomamos una decisión meditada después.

Miro a los ojos al chico que una vez pensé que sería la única persona con quien compartiría mi vida. Se me inundan los ojos de lágrimas al segundo y veo el reflejo de mi tristeza en su mirada, que se vuelve un poco más gris.

-Que te vaya bonito Marco. Disfruta el verano.

Salgo de la casa y lo primero que hago es echar la vista al cielo, gris, lleno de nubes que de un momento a otro amenazan con descargar sobre Madrid una cantidad de agua que estoy segura que conseguirá desbordar las alcantarillas de la capital.

Decido alejarme de allí a pie, tomar el aire y con él decisiones sobre una vida que parece guionizada por el mismísimo Kaufman. En efecto, si esto fuera una película, ahora mismo estaría sonando Leave Like That de SYML mientras una lluvia torrencial decide empaparme para aportar dramatismo a la escena.

No sé cuanto tiempo llevo andando cuando llego a casa de los Vázquez, donde Maca me recibe con toallas y un ceño fruncido, por mucho que lo trata de disimular, que me indica que sabe que algo va mal.

-¿Qué ha pasado? -Lucas, conciso como siempre, se sienta a mi lado en las escaleras del porche.

-Me voy. Un tiempo, hasta el fin del verano, por lo menos.

-¿Cómo que te vas? ¿A dónde?

-A Nueva York. Tengo que comprobar con tierra de por medio si lo mío con Marco tiene algún arreglo antes de tirarlo todo por la borda.

-¿Estás segura? Marco y tú tenéis idas y venidas, pero... ¿irte medio año a Estados Unidos? ¿De verdad crees que os vendrá bien?

-Es lo que trato de comprobar. Lo único que sé es que como sigamos intentándolo por costumbre vamos a acabar tirándonos los platos a la cabeza...

-Entonces adelante. Vete. Espero que nos podamos ver durante la gira, si las cosas entre vosotros van mejor.

-Sí... tal vez nos veamos, Lucas. Tal vez...


Anything for you  [SAGA THINGS #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora