Capítulo 2

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Marco

Mi manejo con las muletas todavía es un poco malo pero aún así me las apaño para salir del coche antes de que Odriozola acuda a abrirme la puerta como suele hacer últimamente.

-Marco, no tienes que forzar la rodilla o alargarás la recuperación. ¿No quieres volver antes de octavos de final al campo o qué pasa contigo?

He tratado por todos los medios que me han sido posibles olvidar lo que pasó en Washington durante la pretemporada. Esa maldita y estúpida caída cinco minutos después de marcar un gol que incluso captó la mirada de Emma. Cinco minutos de alegría antes de que me dieran la peor noticia posible; rotura del ligamento anterior y del menisco. Seis meses fuera del campo, como mínimo.

-Puedo salir del coche, tío, no soy una viejecita impedida -protesto apoyando las muletas en la acera.

-No quiero una bronca de Zidane, si te quieres joder que sea cuando vas con Lucas no conmigo, macho.

Me lo quedo mirando con una sonrisa burlona en los labios y me pregunto cómo pudimos llegar a llevarnos tan mal hace apenas casi cinco años atrás. Eran otros tiempos, y nosotros éramos otros distintos también. Joder, ¡si hasta se ha cortado el pelo!

Para cuando nos sentamos en una de las mejores mesas de La Primera estoy hasta las narices de las muletas así que las dejo en el suelo bajo la mirada reprochadora del vasco. Que diga lo que quiera pero no pienso dejarlas apoyadas en la pared.

-¿Cómo esperas que ligue si voy con muletas? -frunzo el ceño dándole un trago a mi refresco.

-No vas a ligar, centurio. Sigues siendo un paga fantas con Emma.

-Vete a la mierda -contesto con mi orgullo herido.

-Es verdad. No te atreves a decirle nada a la cara. Joder, con tanta notita no me extraña que pase de ti; debe pensar que te quedaste lelo. ¿Quién eres y dónde está el Marco que solo le importaba tenerla a su lado? Te has vuelto un meapilas.

-Te estás pasando, capullo.

Me contesta algo pero no entiendo muy bien el qué. Por las escaleras que hay al otro extremo del comedor aparece una Emma muy cambiada a la última vez que la vi, hará cosa de... ¿una semana? Mi chica se ha cortado el pelo a la altura de los hombros y se ha aclarado bastante las puntas y se ha dejado flequillo abierto, pero no es esas mechas rubias lo que la cambian. Su actitud, su manera de moverse es tan... diferente.

Un vestido lencero se pega a sus curvas en el lugar indicado, dejando a la imaginación ese cuerpo de modelo que tiene. Como de costumbre, lleva mil anillos bohemios en los dedos y para mi sorpresa lleva sus gafas, aunque antes no le gustara salir de esa con ellas. En conjunto, Emma está la mar de cambiada. No es que dé la impresión de aparentar más de sus veinticuatro años pero... joder, está muy sexy. Segura de sí misma y tremendamente irresistible.

Con Drowning Shadows de Sam Smith de fondo y la visión de la chica de la que estoy enamorado hasta las trancas, me quedo sin aire para respirar y siento en mi pecho una piedra que se resiste a ponerme fácil la tarea de inspirar y expirar con normalidad.

-¿Me estás escuchando? ¿Qué estás mirando? -Álvaro llama mi atención girándose hacia las escaleras mientras me pregunta pero no reacciono a tiempo para impedírselo-. Joder, ¿es Emma? La madre que me... está muy sexy.

-Retira eso joder, que es mi...

-¿Tu qué? -se cachondea de mi el cabrón-. Si no te atreves ni a ir a hablar con ella. Venga, está aquí con Maca. Aprovecha y usas la excusa de pasar a saludar.

-Paso. 

-Entonces iré yo...

-Será lo último que hagas con vida. Puedo estar cojo pero las manos me funcionan perfectamente.

-Eso ha sonado un poco mal, ¿sabes? -empieza a reírse.

-Das asco.

-¿Pensando en Emma cada noche? ¿Como un adolescente paji...?

-¡Que te calles! -mi voz suena un tanto demasiado alta en el preciso momento en que la sala entera se compincha para bajar el tono. Y en ese preciso momento, ella cruza la mirada conmigo.

Y sin poder evitarlo, todos los recuerdos que creía olvidados de lo que pasó en Washington vuelven a mi mente a la vez que los dos abrimos la boca sin saber como reaccionar.


Anything for you  [SAGA THINGS #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora