Capítulo 28

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Álvaro

No sé en qué momento de mi vida dejé de dejar que las tías entraran a ligar conmigo al acabar los bises en aquellas salas cochambrosas de Madrid. No sé en que momento dejé de aceptar un papelito con su número si no llevaba, por lo menos, un par de cervezas encima.

Bueno, en verdad sí que lo sé.

En el momento que esta maldita loca apareció por la discoteca en la que presentábamos el nuevo single del disco.

Llevo más de dos semanas de conciertos entre las fechas de Pre - Navidad en los que, al acabar, me tomo una cerveza rápida con los colegas y me voy derechito para casa. Y que conste que no soy de los que se pillan por las tías. Nunca. Jamás.

Yo no me enamoro.

Y siento desmentir que las letras son puro postureo. Al menos lo eran hasta cierto punto.

-¿Ya te vas, tío? -Carlos me agarra del hombro con la mano que no sostiene su botellín de Coronita.

-Eh... sí, no he dormido bien esta noche, y voy a ver si me relajo un poco antes de bajar para Sevilla el viernes.

-Todo esto no será por la tía aquella de la discoteca, ¿no? -encara una ceja y por un segundo mis fuerzas flaquean y dudo si de veras soy capaz de mentir tan descaradamente.

-No, que va -aprieto los dientes repitiendo mentalmente una y otra vez su nombre-. Ya te he dicho que estoy cansado... Oye, si acaso no nos vemos antes de que me pire... felices Reyes, tío.

-Felices Reyes.

En lo que respecta a irme a casa, no le mentí lo más mínimo. Llego a casa y dejo la cazadora tejana en el respaldo del sofá y voy derechito hasta mi ordenador, que espera en reposo a que tecleé la contraseña. Acto seguido, me meto en internet y tecleo una y otra vez su nombre con los datos que sé. 

Que iba acompañada con media plantilla del Real Madrid. 

Manga cojones, que me he ido a encaprichar por la novia de algún futbolista de tres al cuarto...

No me cuesta mucho relacionarla con Marco Asensio gracias a las típicas fans que no dejan de postear fotos de ella, incluso esas que sale en bikini... Joder, me enciendo un cigarrillo y cuando empiezo a notar que el ambiente de la casa se ha tensado demasiado me apoyo en el alféizar de la ventana de mi apartamento con vistas a la Gran Vía y me maldigo.

Me maldigo por no conseguir mantener la racha de no pillarme de ninguna tía que pueda meterme en problemas. Sobre todo después de cómo terminó lo mío con Carolina.

-Me cago en la puta...

Estoy un rato más delante del ordenador repasando una y otra vez el Instagram de Emma, y sí, puede parecer un poco de acosador, pero ¿quién no ha investigado todas las redes sociales de la persona por la que sentía interés en cierto punto de su vida? Sin ir más lejos a mí, que soy el vocalista de un grupo joven, me escriben a diario crías, y digo crías porque no deben ser mayores de quince años, diciéndome que están enamoradas de mí.

En fin...

Voy a la nevera cuando me rugen las tripas y no me extraña encontrar nada más y nada menos que un par de latas de Coca-Cola y un tupper de tortilla de mi madre. Con una lata de refresco bastará.

Vuelvo de nuevo al ordenador e incapaz de encontrar nada más, me frustro y apago el ordenador. ¿Y por dónde tiro yo ahora?

¡Coño, Manu!

Le escribo a mi colega sin esperar respuesta, pues a estas horas todavía seguirán de bar en bar, ligándose a un par de universitarias cada uno, pero me sorprende que me envíe un escueto <<dime tío>> a los pocos segundos.

Le pregunto por la prima aquella que estaba colgada de mí el verano pasado, cuando empezamos a componer Indios y Vaqueros y a presentarla por garitos de Barcelona, Sílvia, y si podría hacerme un favor.

Gracias a mis dotes de investigación -mentira todo, simplemente he mirado sus seguidores y sus seguidos- he descubierto que trabaja para los hermanos Márquez, así que me es coser y cantar saber exactamente dónde pasan los campeones de MotoGP las fiestas a cambio de una cena que ambos sabemos que no voy a cumplir a mediados de Enero.

Apenas se nota que soy un impulsivo, ¿verdad?

Cuando estoy recogiendo las llaves del coche y la cartera que he dejado tirada en algún lugar de la entrada, mi móvil vibra en el bolsillo trasero y a continuación vuelve a hacerlo de nuevo, justo cuando las yemas de mis dedos rozan la carcasa de plástico.

Emma te ha seguido.

@Em&Ems ha contestado a tu mensaje.

Anything for you  [SAGA THINGS #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora