Capítulo 27

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Marco

-¿Y dices que está en Cervera? -pregunta por tercera vez Isco en los veinte minutos de videollamada que llevamos.

-Que síí, pesao', en Cervera -le contesta Lucas poniendo los ojos en blanco por lo que me saca una carcajada.

-Oye, un paréntesis, ¿que coño quiere decir a punto de nieve? -pregunto mirando la receta que me dejó Emma de un maldito bizcocho que está de miedo.

-No cambies de tema pisha. Osea que se va con el tío ese que es más guapo que yo, y mira que yo lo soy un rato, y tú estás tranquilo haciéndote un bizcocho. ¿Tú eres tonto?

-Ay, coño Isco, no me comas la cabeza que para algo nos vamos a... -me callo antes de meter la pata y soltar la gran noticia que Emma ha insistido en contar a todos a la vez en una cena la semana que viene.

-¿Vais a qué? -Lucas, tan perspicaz como siempre, ha pillado mi salida de tiesto, pero no pienso meter más la pata.

-Nos vamos a... las Maldivas, este verano -improviso con rapidez-. Dejad de meter mierda.

La nueva canción que reproduce mi lista de Spotify compartida con Emma es Niña voladora de Juanito Makandé y por un momento maldigo la hora en que la animé a dejar de dormir entre mis sábanas medio desnuda.

Marco, calma.

-Tío, ¿estás o no?

-Eh, sí, sí perdón. 

-Entonces ¿qué? ¿Nos lo vas a explicar o qué?

-¿Explicaros el qué?

-Coño, bro, si estás cagado de que el crío ese enamore a Emma entre fuet y pantumaca.

Solo con escuchar esas dos palabras saliendo de la boca de Isco con su acento malagueño hace que me eche reír hasta que me duele la tripa.

-No sé de que te ríes, pringado.

-Uno, te recuerdo que Emma, al igual que tú, es vegetariana. Dos, Márquez es cuatro años mayor que yo y tres, permíteme dudar que se vaya a ligar a mi chica. Sabe valorar muy bien lo que tiene en casa... 

-Oye, si nos vas a contar los detalles yo me desconecto y me llamáis más tarde, que es como una hermana.

-Eso, eso. Estos detalles se los cuentas a Odriozola, que seguro que le interesan.

-Que está con su mejor amiga, animal -meto baza entre las pedorretas de estos dos.

En este preciso momento me salta una notificación en la pantalla de mi teléfono que indica que mi chica está tratando llamarme y me despido atropelladamente de mis colegas y le cojo el teléfono a la chica más guapa del mundo.

-Estaba pensando en ti -la saludo con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Y eso?

-Has puesto Niña voladora en la playlist, ¿a qué sí?

Ella simplemente sonríe y se pone a canturrear la canción a lo que me sumo encantado.

-Y a mí me encanta cuando me bailas y te desnudas poquito a poco...

Me doy cuenta de ese brillo en los ojos que me descubre que tiene algo que contarme y que se está callando.

-¿Qué me has de contar? -le pregunto volviéndome loco al ver sus labios de bizcocho fruncirse tratando de entender cómo consigo leerla cada día con menor dificultad.

-¿Cómo lo haces?

-Trucos de ilusionista, ya te lo dije. Anda, cuéntame.

-¿A qué no sabes quien me ha invitado a cenar?

Antes de que me responda ya tengo un nombre resonando en mi mente, pero como de costumbre me sorprende con otra de las salidas sin lógica de su vida.

-¡Álvaro de Luna! Estaba de gira por Cataluña, ¿te lo puedes creer?

Mecagüen tus ancestros Marco, ¿para qué bajas la guardia? 



Anything for you  [SAGA THINGS #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora