XLVI. Vacíos

604 53 29
                                    

Louis terminó de empacar y llamó a Bryan.

-Listo, ¿qué hago?

-En unos momentos más llegará el camión de mudanzas, traerán todo acá, tú te vienes con ellos y yo te espero.

Colgó.

Louis se dispuso a esperar, llegaron los del camión y empezaron a tomar las cajas y a subirlas. Eran dos chicos y le hicieron espacio para que Louis se fuera con ellos como el alfa lo había ordenado.

Condujeron dos horas y media, llegaron a otra casa de Bryan, Azul Manor. Del otro lado de la ciudad.

-Bienvenido, Louis. Esta será tu nueva casa -dijo Bryan recibiendo al omega.

-¿Una de tus casas? -preguntó Louis-. ¿Cuándo podré usar una mía?

-Estarás cómodo aquí, además estarás como un año fuera así que no te quejes. Mejor entremos, quiero mostrarte algo.

Entraron.

-Tengo hambre, ¿tú no? Hay que cenar -dijo llevando a Louis hasta la cocina.

Dentro se encontraba la "sorpresa"

-¿Ella? -preguntó el omega al verle -. ¿Qué hace aquí?

-Hola, Louis -saludó Eleanor.

-Cenará con nosotros, será agradable -comentó Bryan.

Louis sólo salió de ahí y se fue a la sala.

-Oye ¿qué te pasa?

-¿Qué hace aquí ella, Bryan?

-Bueno, ya sabes, es tu fuerte, tu roca, tu alfa y esas cosas, tes está apoyando y eso -tenía la actitud de tipo bueno, la que usaba cuando quería manipular a Louis.

-Eso se oye tan estúpido, Bryan. Por respeto a Danielle. No quiero que anuncies nada -pidió Louis totalmente cansado de estas farsas.

-Ok, tienes razón -pensó con su mano en el mentón-. Esperaremos unas tres semanas.

-¡No! ¡No, Bryan! -explotó-. Ni hoy ni en tres semanas ni meses, no. Estoy harto de esto. No lo quiero. No la quiero. ¡Nunca más! Puedo quedarme soltero, si lo quieres pero con ella no me vas a emparejar.

-Bien, bien. Entiendo. Pero si quiera acompáñanos a cenar -ofreció.

-Tengo que ir a casa, Bryan. Tengo un hijo y mi hermana la está pasando muy mal -dijo enserio dándole la espalda.

Louis caminó hacia la puerta y salió.

-¿Cómo te irás? No tienes auto.

-En taxi.

Louis salió de la mansión y caminó cerca de medio kilómetro antes de que pasara un auto y lo llevara.

Llegó a casa de su madre sano y salvo.

Cuidó a su cachorro, lo alimentó y lo arrulló. Felicite estaba dormida así que Louis se fue a arreglar sus cosas para irse al día siguiente a medio día y llegar a tiempo para su siguiente concierto.

Era de madrugada cuando entró una llamada de Bryan.

-Te aviso, Louis. Estuve pensando en lo que me dijiste y sí, es cierto. Tu hermana te necesita así que te doy tres días libres.

-Pero tengo presentaciones, ¿qué con ellas?

-Las he pospuesto.

-¡Carajo, Bryan! ¡No! Sabes que no me gusta hacer esto, no a mis fans -estaba molesto.

-No me levantes la voz, mocoso. Tú necesitas tiempo, ellas lo entenderán -respondió actuando como el tipo bueno, de nuevo.

-Sabes que no me gusta que hagas este tipo de cosas sin mi con...

-También a mí hay cierto tipo de cosas que no me gustan. Lo sabes y vengo a dejártelo claro. Te veo el jueves a las cuatro de la mañana en el aeropuerto y esto no está abierto a discusión -colgó.

El omega se quedó molesto.

Eran las tres de la madrugada. Harry despertó. Estaba teniendo una pesadilla, una más.

Su cabeza dolía y su cuerpo temblaba ligeramente. Se sentía tan estresado y afligido.

Se vistió rápido. Sus padres estaban en la habitación de al lado. El hotel estaba abierto las 24 horas, pudo salir.

Caminó hacia la terraza, encendió un cigarrillo, quiso aliviar la tensión con eso.

Lo terminó, seguía igual. Probó con otro. Igual, su cuerpo necesitaba algo más. Salió del hotel.

No tardó mucho en encontrar un bar y entrar.

El ambiente era animado.

No pasó mucho antes de que Harry consiguiera lo que su cuerpo pedía.

Ella lo tomó en sus brazos y lo llevó hasta la pista, él no bailaba y ella lo hizo bailar. Se acaloró en el momento. Estaba sudando bastante.

Llegar a la cama fue un reto que completaron con éxito.

Él logró poner sus manos encima de ella, la recorrió. Era un cuerpo extrañamente familiar; unas curvas peligrosas y dañinas, vientre sensualmente plano con una ligero y sexy abultamiento, algo natural.

Harry disfrutaba, estaba por sentir...

... Una almohada.

Era de mañana y ya estaba en su habitación del hotel. Ella lo había dejado ahí y no lo recordaba.

Se preparó entonces para el día.

Salió a la terraza que él y su madre había reservado para un desayuno por el cumpleaños de su padre. Pidió un café cargado y disfrutó la vista.

-¿Qué haces aquí, mi cielo? -preguntó Anna sentándose a un lado de su hijo.

-Vine a asegurarme de que todo estuviese en orden para el desayuno de mi padre -bebió café.

-Vale,gracias.

La mujer se perdió por un momento en el bello paisaje.

-Volverás a Italia, ¿no? Después de acción de Gracias -preguntó ella.

-Sí. Estaré hasta un día antes de Navidad. Necesito terminar todo.

-No me gustaría que te fueras, no solo, pero tampoco me gustaría que te llevaras a Freddie.

-No estoy solo, mamá. Allá están Alessandro o Frida... O Camille.

-Ella no me parece agradable.

-Ninguna chica te parece agradable por tus celos de madre.

-No confundas una cosa con otra, Harry. Yo sé que tú jamás la verías con ojos de amor y menos que la llevarías a casa para que sea tu esposa, eres bisexual, sí, pero yo sé que tu inclinación es más hacia los hombres, hacia uno en especial, pero eres alfa y tienes períodos de celo, tienes necesidad y un cuerpo pequeño y delicado, como el de ella calmaría esa sed. Es por eso que le pedí a Alessandro que te diera la flor morada. Tú no estás en condiciones de llenar un vacío con sexo -expresó la mujer.










































Hola hermosas personas, cómo están? Disculpen mi ausencia, espero les guste este su nuevo capítulo. Saludos.

Les amo bastante ❤️
Dedicado todas las personas que están en el duelo de haber perdido un familiar o persona cercana recientemente. Les envío mucha fuerza y un fuerte abrazo.

Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora