LXIX. Oasis

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Fue una emoción incontenible para ambos, estaban felices.

-Tim... -se soltó un poco de sus amados-. ¿Cómo? -preguntó Louis.

-Pasen, les explico -pidió el omega abriendo la puerta.

La familia entró, Timothy también. Todos se acomodaron en la sala, listos para escuchar lo que él tenía que decir.

-Busqué a Harry, le expliqué lo que sucedía y lo que está por venir. Encontré la manera de que estén juntos mientras esto pasa -explicó brevemente.

-¿Viviremos aquí? -preguntó Harry.

-No, los enviaré a una granja. Está un poco lejos, pero esa es la idea. Ahí vivirán y trabajarán para el dueño, un anciano solitario, que necesita ayuda y compañía. Él no sabe quién es Louis, quién es Harry no. Tampoco tiene familiares que lo sepan, está solo -se tomó una pausa-. Quizá les cueste adaptarse a esto, al estilo de vida de ese beta pero es la única manera de mantenerlos juntos.

-Louis sabe -Harry se apresuró a hablar-, él sabe que yo soy capaz de cualquier cosa, aún así me parta la espalda surcando el campo.

El timbre del horno interrumpió la charla, entonces Louis les invitó a almorzar.

En el comedor, Timothy había pedido al pequeño Freddie, lo estaba alimentando mientras Harry no quitaba su vista de encima. Louis se dio cuenta pero no le tomó importancia, creyó, solo, que eran los instintos de protección de Harry.

Pasado ese almuerzo Timothy se fue para conseguirles más comida dejando a la familia por unos instantes.

Harry estaba en el extremo derecho del sillón, con un brazo en el respaldo y el otro en el posabrazos.

Louis se acercó y se sentó en el otro extremo subiendo sus piernas para abrazarlas.

-¿Se durmió? -preguntó Harry.

-Sí -respondió Louis con una sonrisa.

-Se portó muy bien durante el vuelo, para ser tan largo y el primero -comentó Harry-. Es un niño muy sociable.

Se veían mutuamente, sentían algo en su pecho. Coordinados por la conexión, Louis se acercó y Harry lo recibió, culminaron ese encuentro tan cercano con un beso tan tímido, torpe y especial como los primeros.

Se separaron pero, sinceramente, no querían hacerlo, Louis planeaba volver a tomar distancia con Harry pero él no lo dejó, lo abrazó y acercó a su cuerpo, se vieron a los ojos, Louis estaba temeroso, Harry le acarició los labios con la yema de sus dedos, bajó al mentón y lo acercó para volver a besarse. Fue un beso jodidamente apasionado, no necesitaban palabras, en ese momento estaban de más, con eso se decían todo.

Las manos de ambos estaban inquietas pero Louis fue el que se atrevió a dejarlas recorrer el cuerpo del alfa mientras él solo acariciaba la cintura y nuca del contrario.

Harry jaló el cuerpo de Louis y él se subió a su regazo. Seguían con sus besos y sus manos leyendo cada parte de sus cuerpos hasta que Harry dio el detonante y ambos sabían que ya no habría vuelta atrás. Besando dulcemente el cuello del omega, robándole suspiros cuando su lengua pasó por la cicatriz.

Louis acariciaba el pecho, hombros, brazos y de regreso al alfa. Harry bajó una mano por la espalda del omega hasta sus glúteos, los tocaba, los apretaba suave, de la ma era que hacían reaccionar a Louis.

Tras una sesión de suaves roces, toques pasionales y hambrientos besos algo se hacía presente con su dureza, bajo Louis, entre las piernas de Harry.

Se separaron de un beso, los labios de ambos estaban hinchados por las mordidas y tenían sus caras enrojecidas. Entonces, Harry hizo aquello que hacía cuando pedía permiso a Louis para desnudarlo y hacerlo suyo en momentos así, lo vio a los ojos, bajo su vista hasta el vientre de Louis y relamió sus labios.

-Quiero tu pancita -le dijo a manera de susurro.

-Adelante -Louis se acercó y besó a Harry.

Harry separó a Louis de sus labios y le sacó la playera que tenía, atacó de nuevo su cuello, besó sus clavícula y bajó a sus pechos para estimularlos sacándole más suspiros cargados de placer.

El alfa sentía su hombría lista para entrar, la pregunta era si Louis estaba listo, no, debía dilatarlo, tocarlo. Con sus manos a la cadera lo levantó y él entendió que debía bajarse.

Harry desató el cordón de los jaggers de Louis y los bajó junto a su ropa interior dejándolo desnudo, mostrando las estrías que habían quedado después del embarazo, en su vientre y muslos, pero a Harry no le importaban, sabía que era algo completamente normal y Louis no se sentía incómodo conque él las viese.

El calor se apoderó del alfa así que se quitó su camisa y de una vez bajó sus pantalones dejando que Louis viera su erección atrapada en su bóxer, quiso ayudarlo pero él no lo dejó.

-Yo estoy listo, tú aún no -puso sus manos en los hombros de Louis aplicando una ligera fuerza para indicarle que se sentara. Lo hizo.

Harry se arrodilló frente a Louis, cosa que se le hizo tan más placentera al omega, que soltó una sonrisa para después morder su labio inferior.

El alfa tomó el pie derecho de Louis, lo apoyó en su hombro mientras dejaba un camino de besos por la parte interna de la pantorrilla, subiendo a la rodilla, el muslo interno y de nuevo hacia atrás con la otra pierna igual. El omega estaba disfrutando como nunca, su alfa nunca bajaba a hacer lo que estaba haciendo.

Con su lengua suelta por la entrepierna de su amado, la pasó por los testículos, llegando a la base del pene, subiendo por su extensión, llegando al glande dándole más atención antes de introducir de apoco a su boca.

-¡Diablos! -soltó Louis al sentir cómo su hombría era succionada de una manera tan... tan... -. ¡Ah, Dios! -volvió a gemir.

Louis puso sus manos sobre la cabeza de Harry, enredó sus dedos entre esos rizos suaves mientras el dueño de estos subía y bajaba mientras su esposo sentía que le estaban dando la felación del siglo.

Harry sintió el líquido preseminal en su boca, quitó su mano derecha del muslo de Louis y lo acercó al ano de éste y sintió el lubricante ahí, a casi nada de caer sobre el sofá.

Al no tener un correcto acceso en esa posición, Harry dejó de hacer el oral y se fue directo a la oreja de Louis.

-Me voy a sentar, siéntate sobre mí, te voy a dilatar -le susurró.

-Yo -lo jaló con una mano en su nuca-, ya no resisto más, hazlo así -le susurró también.

Harry bajó sus bóxer y se sentó. Louis se colocó con sus rodilla encajadas en el sillón a los costados de Harry. Él sostenía con su mano la base de su pene para que Louis se acomodara y entrara a su gusto.

El omega sintió la punta rozar su entrada mientras veía las ansias de Harry comer su rostro, le veía los ojos, bajaba y veía su vientre y volvía a subir a sus ojos, rogando.

Louis sintió el punto indicado y dejó entrar a Harry haciéndole sentir su calor interno, su apertura, deleitandose con los gestos de placer que esto le provocaban a su alfa, sería una agradable tarde.




















































Hooooolaaaaaa queridos lectores, les dejó un episodio celebrando el cumpleaños del Solecito 💙
Deseándoles lo mejor en estos tiempos. Les amo 💘

Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora