Louis había tenido unos meses tranquilo hasta que llegó Bryan con aquella noticia. En cierta manera dolió, claro que sí, qué le iba a decir a Harry, qué diablos le diría no podría llegar y decirle "sabes que cariño, tengo que ocultarte de nuevo" eso le destrozaria por dentro.
Ese mismo día en la noche todo estuvo normal. Louis había mandado a arreglar su recamara, ahora está incluía una pequeña cuna conectada al borde de la cama para así poder estar alerta.
El cachorrito ya estaba dormido y Louis tenía sus párpados a punto de cerrarse.
Harry entró en silencio y con cuidado se acostó.
Ya entrada la madrugada Louis estaba en la mecedora amamantando a su pequeño. Le cantaba aquella canción que su abuela solía cantarle a él y a su hermana.
Estaba cansado, tenía miedo de quedarse dormido y que el bebé se cayera de sus brazos. Por suerte llegó Harry y le ayudó.
Cuando terminó de darle de comer, Harry lo tomó en sus brazos y le sacó el aire mientras Louis aprovechó para ir a lavarse la cara. Debía decirle a Harry, estaba tan nervioso, no sabía cómo reaccionaria el alfa.
Ya se había decidido a salir pero Harry estaba en la puerta y entró. Vio a su esposo quien solo vestía una bata traslúcida.
Verlo así lo estaba provocando pero aunque Louis quisiera Harry no podría hacer nada pues debían pasar los 40 días. Debía dejar de verlo o sino tendría que terminar masturbandose él mismo.
Louis se percató de lo que pasaba y tuvo una idea. Tomó a Harry de la mano y lo jaló hacia adentro, después abrazados dieron media vuelta. Louis cerró la puerta y empujó a Harry hasta un sillón artesanal que tenían en el amplio baño.
-Louis, cariño, te puedo lastimar, basta.
Louis hizo caso omiso y se arrodilló frente a él y sacó el miembro de los pantalones de Harry. Estaba erecto, palpitante.
Le dio una felación. Dejó que Harry se corriera en su boca. Así podría que el alfa estuviera más relajado.
-¡Ah, cariño! Realmente eres bueno, quisiera hacerlo igual que tú, así yo también podría atenderte sin ser tan brusco.
-Tranquilo, Harry, no pasa nada -le dijo con ligera tristeza y una enorme frustración.
Estaba bastante estresado.
-Bryan quiere que siga con el babygate, yo no lo quiero pero ¿Cómo hago? Me tiene amarrado de las pelotas y hasta de los ovarios.
-Volveremos a lo de antes ¿Verdad?
-Sí -dijo Louis resignado.
-¿Al menos podré seguir viendo a mi esposo e hijo?
-Claro cariño, eso es algo que jamás nos podrán prohibir.
Se abrazaron.
-Pasados los Cuarenta días quiero ir a ver tu nuevo traje Gucci.
-¡Excelente, tengo tiempo para buscar el adecuado!
Harry ocultaba que por dentro se moría de rabia, pero ya, estaban a menos de dos años de que el contrato de Louis con BRSpace acabase y así poder ser libres.
Con motivo de que esta historia ha llegado al 1k de lecturas quiero aprovechar para cambiar la portada
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