Our Little Secret

LIV. Más cerca

Marissa entró al estudio porque le extrañó ver la puerta abierta y se llevó tremendo susto al ver algo grande envuelto en una tela suave.

Salió de la habitación y corrió por el pasillo hasta el cuarto de limpieza, tomó una escoba y volvió.

Se acercó lento y en silencio, había volteado la escoba, de manera que, las cerdas estaban entre sus manos y la madera en el aire. Se acercó más y picó ligeramente el bulto. Al no recibir respuesta alguna volvió a picar con un poco más de fuerza y recibió un gruñido seco y profundo, se asustó más, retiró la escoba y tomando el impulso estuvo a nada de golpear cuando Harry se levantó y se descubrió, vio la madera de la escoba venir hacia él logrando detenerla con una de sus manos.

Todo pasó tan rápido que Marissa reaccionó hasta que Harry detuvo la escoba con su mano.

-¡Pero si... JOVEN STYLES! -gritó con cierto enojo-. ¿Qué hace aquí? Por Dios.

Harry soltó la escoba y Marissa la recogió hacía su cuerpo.

-¿Sorpresa? -bromeó Harry.

El alfa talló sus ojos, se estiró y se puso de pie.

-Me sorprendió bastante no encontrar a nadie anoche que llegué.

-Ay, pero mi niño, ¿por qué no avisar? -se llenó de compasión-. Como no hay nadie el personal viene muy pocas veces a la semana y en un tiempo corto, por eso. Y como no teníamos previo aviso de su llegada no estábamos preparados.

-Ya veo. Hasta se me había hecho extraño llegar y no encontrarte, mujer -Harry la abrazó y ella lo correspondió.

-Vale, niño, yo te extrañé igual -rió la mujer.

Caminaron juntos hacia la cocina mientras charlaba acerca del desayuno.

-A propósito -interrumpió Harry antes de que Marissa entrara en el bello y mágico mundo de la cocina que tanto le encantaba-. Muy buenos los brownies -rió un poco y a la beta se le subió el rojo a la cara y sus ojos casi salen de su cara.

-¿Cuántas porciones comiste? -preguntó sumamente avergonzada.

-Las suficientes para darme cuenta del ingrediente secreto -soltó una risilla-. Pero descuida, tu secreto está a salvo conmigo -le guiñó el ojo cerrando ambos.

Marissa se rió por el tierno gesto de Harry y negó.

-El señor Alessandro lo sabe, he llegado a prepararle a él y a Michelangelo. Lo que me preocupa es que comiste más de la mitad y casi vaciaste la alacena. Tendré que ir al pueblo a comprar.

-¿Puedo ir contigo? -preguntó Harry.

-Claro, sólo sube, prepárate para el día, bajas a desayunar y nos vamos -le indicó y el alfa acató con una sonrisa.

Se fue a su habitación y se alistó, en solo 15 minutos regresó y desayunó.

-¿Me ayudarás o vas a algo en especial? -preguntó Marissa viendo los cuadernos de Harry sobre su regazo.

-Iré a visitar a la señora Ricci, ¿necesitas ayuda? -ofreció.

-No, estoy bien, sólo quería saber -respondió la beta y perdió su mirada por la ventanilla.

-Ya terminé la colección, Gina me había pedido que regresara antes de presentarla, eso haré. ¿Quieres verlos? -Harry colocó los cuadernos en el canasto vacío que llevaba ella sobre sus piernas.

Marissa volteó y los tomó, vio diseño por diseño. Estaba fascinada, era algo artístico, elegante y excepcional.

Elio condujo hasta la casa Ricci y ahí dejó a Harry.

Por fuera todo seguía normal, sólo había un letrero que Harry no notó por el entusiasmo de ver a la omega de nuevo.

La reja estaba abierta por lo que pasó inmediatamente a la entrada tocó el timbre, le dijeron que pasara.

Frente a la puerta, a tan solo unos metros se encontraba un mostrador y una bella chica que estaba detrás de él. No había nadie más fuera así que Harry se dirigió hacia ella.

-Buenas tardes, ¿en qué le puedo servir? -preguntó la mujer al ver a Harry acercarse.

-Preciso ver a la señora Ricci -pidió Harry.

-¿Tiene cita? -preguntó ella abriendo una agenda.

-Emm, no, no tengo cita -Harry se extrañó, no sabía que tenía que tener una cita.

-Me temo, señor, que sin una cita ella no lo podrá atender.

-Ah, ya veo -Harry pensó un poco-. ¿Cuándo tiene una cita disponible?

La chica miró la agenda.

-Harry -salió una voz de un costado y Harry y la recepcionista voltearon.

-Gina, gusto en verte, mujer -dijo Harry caminando hacia donde ella.

-El gusto es mío, Harry -estrecharon sus manos-. Laura -llamó la mujer a la recepcionista-. Aplaza mis citas de hoy, el señor Styles y yo tomaremos el té.

-Sí, madame.

Harry y Gina entraron al estudio de ella y tomaron asiento.

-En seguida traerán el té, Harry, mientras cuéntame, ¿cómo te va?

-Bien, ya he terminado la colección y la he traído para que la veas -Harry pasó los cuadernos muy emocionado.

-¡Qué emoción! Déjame verlos -tomó los cuadernos.

-Pero cuéntame tú, ¿qué son todos esos cambios? ¿Recepcionista?

-Verás, Harry -dijo mientras veía quisquillosa los diseños-, de cierta manera tú me inspiraste. Como te había contado anteriormente, Frida y yo estudiamos la alta costura juntas, solo que yo no terminé por mi primer matrimonio y, con los conocimientos que tengo hacía ropa para mí, para mi esposo e hijos, pero, al decirme tú que te gustaban mis diseños, decidí arriesgarme y abrí mi tienda de diseño y confección de vestidos de novia. ¿Qué tal?

-Es perfecto, Gina. ¡Oh, lo olvidaba! -Harry sacó una caja pequeña de uno de sus bolsillos.

-¿Qué es esto? -preguntó la omega.

Entraron con el té y lo sirvieron.

-Es un pase VIP para el Festival de San Valentín.

Hola hola, mis amores. Cómo están en este inicio de semana? Espero y le sguste este nuevo capitulo.
Nos leemos pronto, les amo ❤️