LXVII. Afiche de búsqueda

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Entró otra llamada desde un número diferente, Louis no dudó en responder rápidamente.

-Lo siento, estaban a nada de dar con mi ubicación, tuve que destruir el celular, pero sigo. Yo borré ese archivo cuando lo encontré en su ordenador pero al parecer el maldito tenía copias en bastantes ordenadores propios, uno de sus abogados logró extraerlo y eliminarlo antes de que las instalaciones fuesen clausuradas. Ten cuidado. Lo que yo te aconsejo es que te vayas, a donde sea pero fuera del país, del continente, incluso. Escóndete, quédate fuera, no vengas ni te quedes, si es necesario muévete, puedo ayudarte. Sólo vete tú solo, deja a tu hijo con Harry, si te vas es crucial que lo dejes con él antes de que protección infantil lo quite de tu custodia. Te llamaré dentro de media hora para darte las indicaciones exactas si, acaso, quieres conservar tu pellejo y que te ayude.

-¿Cómo sé que puedo confiar en ti?

-Louis, ya has confiado tu vida en mí, anteriormente. Me conoces, sabes quién soy. Te ayudaré.

Colgó de nuevo.

Louis tomó un bolso, metió ropa y muchas más cosas necesarias en ella. En su mochila metió documentos y una foto de él con Harry y el pequeño, su celular, más cosas necesarias y su cuaderno de escritos breves.

Esperó pacientemente a que le volviesen a contactar.

-Escucha, sal en auto, muévete rápido por la ciudad, ve al callejón Harris, está entre el restaurante nuevo y el cine retro, tienes que estar ahí exactamente en 25 minutos, la calle se queda sola. Espera a que un empleado del cine salga y deje un sobre, lo tomas, sube de nuevo al auto, maneja dos calles al sur y después giras a la izquierda, estacionas y sigue las instrucciones que se te especifican. Se estima que volveré a hablar contigo dentro de 40 minutos. Date prisa.

La comunicación de cortó. Para ese entonces, Louis ya estaba seguro de quién estaba detrás de todo aquello.

No dudó más y se fue en el auto hasta donde se le había indicado.

Ya estando en el callejón esperó. Segundos después, un chico de rasgos asiáticos salió a sacar basura y dejó el sobre. No había nadie en la calle así que Louis fue rápido por el sobre y condujo de nuevo hasta el siguiente punto.

"Aquí tienes una documentación falsa que te ayudará en tu nuevo hogar, te doy dos identidades por si las llegases a ocupar. Dentro de este continente no te sirven, todos te reconocerían inmediatamente, guárdala bien un momento. Toma el celular que hay dentro y marca al único número que está registrado. Date prisa."

-Lo tengo, ahora, ¿qué hago?

-Sal del auto, toma solo lo esencial y llévalo en tu mochila, camina las siguientes cinco calles en línea recta, llega a una tienda de tatuajes, pregunta por Xavier, déjale tus llaves, él ya sabrá que hacer. Has lo que te pida. Date prisa.

Louis acomodó rápido sus cosas y dejó ahí su auto, comenzó a caminar a un paso rápido. Llegó a la tienda e hizo todo lo que se le indicó. De ahí salió con Xavier en un taxi común rumbo a un angar privado.

-Es para usted -Xavier, un hombre robusto y grande, le pasó un pequeño celular a Louis.

-Bien, ya estás a nada de salvarte, te llevan camino a un angar, tomarás un avión, ahí te darán las últimas indicaciones.

El camino fue de casi una hora a una muy buena velocidad.

Una vez en el angar Louis continuó sólo. Ingresó por el edificio hasta llegar al espacio de abordar. Al estar a unos metros de un jet privado divisó una figura conocida que se encontraba de espalda hablando con más personal del vuelo.

En cuanto más se acercaba Louis más se daba cuenta que estaba en lo correcto.

Aquel cabello lacio y rubio, hasta la mitad del cuello. Un buen cuerpo adornado con un traje ejecutivo, y ese particular olor.

-Timothy Stan -mencionó Louis y aquella persona dio la vuelta revelando su identidad.

-Louis Tomlinson, un gusto -habló el omega.

-¿Pilotarás el vuelo?

-No, yo estoy piloteando la misión, y va muy bien -se alagó-. Preciso me entregues tu celular y documentos. Sube a bordo y déjame aquí tu mochila, ya te explico.

Louis quitó las correas de su mochila de sus hombros y la dejó en manos de omega para después subir al jet y ponerse más o menos cómodo. Ya estaba extrañando a sus amores.

Timothy subió y le entregó la mochila a Louis y metió documentos y el celular del omega a una caja que cerró con llave misma que le entregó a Louis en un collar.

-Escucha, volarás a Canadá, llegarás a un angar privado. Cuando llegues te estará esperando un tipo parecido a Xavier. Dirígete a él y hazle la siguiente pregunta: ¿Algodón naranja? Él sabrá que hacer y que tú llegaste bien, te llevará una pequeña casa, ahí te quedarás hasta que llegue un taxi por ti, a partir de ese momento utilizarás la identidad del primer sobre, el segundo sobre guárdalo bien.

Timothy estaba por bajar del jet pero Louis lo detuvo con una pregunta.

-¿Cuidarás de ellos?

-Con mi vida, Louis. Buen vuelo.

Bajó con la caja de las cosas de Louis, subió una beta azafata y preparó todo para iniciar al despegue. En cuestión de minutos ya estaban elevándose por el aire.

Louis se reclinó en su asiento, recordó que la vez en que Timothy Stan, en ese momento un piloto inexperto, lo salvó a él, a Bryan y más personal del equipo en un avión privado que estuvo a punto de colapsar.

Pensó en su hijo, en Harry, en cómo se había reunido con ellos después de tanto, y cómo tenía que alejarse de ellos por culpa del mismo estúpido.

Muchos lo juzgarían por irse "cobardemente". Pero era lo mejor. Gracias a que Bryan lo había metido a aquella fiesta y más reuniones, lo identificarian de inmediato en cuanto esa carpeta salga a la luz porque, eso, es un hecho inevitable, por más que el hacker intente deshacerse de ella, una vez fuera, las mafias se irían contra él, mucho antes que la policía.































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Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora