Estaba sentada mirando atravez del ventanal de su clase,observando el cielo y nubes que parecían algodón. Había terminado sus clases hace unos minutos.En momentos como este,apreciaba haber tomado la decisión de seguir su propio rumbo y poder admirar el cielo como tal sin venirle a la mente una imagen de Taro Yamada y mil formas de eliminar a sus rivales. Sentía gratitud por su ser mismo y paz.
La miro de reojo mientras terminaba de corregir su cuaderno el cual fue entregado por ella hace unos minutos. Tenía que admitir que la chica hizo las actividades bien y tenía una ortografía bastante linda,aunque,siempre lo ha pensado desde ele principio. Lucía tan tranquila... Ahora un sentimiento de culpa impregnaba su ser,desvío la mirada sin cuidado de ella. Sentía su corazón latir rápidamente.
¿Enrealidad se sentía culpable por pensar tan depravadamente de ella?
Si.
Pensó en muchas ocasiones que quizás debía dejarla,se intento convencer de que esto era un reto para si mismo y que al cumplirlo simplemente bla dejaría como las demás pero,ahora mirándola... Se daba cuenta que si le llegaba a poner un solo dedo encima,jamás querría dejarla.
Movió su cabeza disipando sus pensamientos,quizás solo tenía mucha tensión sexual retenida y eso lo estaba volviendo loco ¿Verdad? Se limpió el sudo de la frente y peino varios cabellos castaños que se posaban sobre sus ojos y los aparto.
Mientras se arreglaba el pelo creyó ver algo, sintió como un destello en sus ojos inmediatamente al cruzar su mirada con la de su estudiante. La chica lo miro por menos de unos 2 segundos y luego miro a su asiento. Aunque fue poco,el hombre comenzó a emocionarse sin querer. Se sentía como un pequeño niño,aunque ahora mismo disimulaba tan bien. Suspiró con pesadez y llamo:
– Aishi– siendo firme.
La chica lo miro interrogandolo con la mirada. Sentía esos ojos relajados posarse en él y adentrarse en su ser hasta perturbar su paz. Arregló su camisa para disimular y le dijo:
– Tus clases ya están corregidas–.
La chica se quedó sentada,parecía esperar algo.
– ¿Qué? ¿Espera que YO le lleve su cuaderno?–. Escucho unas risas de parte del grupo de chicas y chicos acompañantes de la Ronshaku.
Y entonces supo,que si antes tenía 1% de oportunidad con Aishi,ahora tenía 0.00000% de probabilidad de ser aunque sea su amigo.
La chica adoptó un semblante serio y se dirigió a tomar su cuaderno.
– Gracias– dijo simplemente y se marchó a su asiento con el cuaderno en mano.
El hombre se abofeteo inmediatamente de forma mental ¿Podía ser más estúpido? Dejo tanto que sus pensamientos se apoderarán de él que hasta olvidó la realidad y que con quién hablaba era su queridísima estudiante Ayano Aishi.
Luego,después de clase él resolvería esto. Claro,tan pronto logré escaparse de las garras de Izumi Ronshaku quien parecía estar al acecho del hombre cada vez que terminan las clases.
...
El timbre ha sonado,es hora de ir al club para los estudiantes.
La chica se encontraba guardando sus libros y cuadernos en su mochila cuando Osano y Kiba se le acercaron.
El chico miro a la pelinegra con algo de nerviosismo. Enrealidad se sentía algo mal por no haber podido darle el almuerzo que guardo para ella,además de que lo preparó especialmente para ella. Aunque nunca lo admitiría,quizás se hubiera inventado alguna mentira como que tenía comida de más y le regalaría eso o algo así.
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𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐭𝐞,𝐀𝐲𝐚𝐧𝐨 - Male Rivals.
Mystery / ThrillerUn día más en la vida de la azabache, sentada bajo el cerezo con un sobre hecho trizas en sus manos. Tiene lágrimas que salen de sus brillantes ojos negros. Había sido rechazada por su primer amor. - Tranquila, Aya, encontrarás alguien mejor. El mun...