Estaba sentado en su mesedora como de costumbre, disfrutando de la paz que le daba el silencio y tener movilidad. Ha estado aquí 6 meses, medicadose y recibiendo la rehabilitación necesaria después de ese evento tan traumatico.
– Señor Yamada, su familia ha venido a visitarlo–.
Él se giro y la miro. Se trataba de Yari, una hermosa y joven trabajadora de cabello rubio y ojos azules. En otro momento Taro la hubiera devorado con la mirada y llenado de halagos pero ahora... Nisiquiera queria quedar con ninguna mujer. Almenos no por un tiempo. Nunca se sabe quien este obsesionado con esa mujer y lo quiera hacer pagar por ello denuevo.
Ella se acercó a el y lo ayudo a levantarse y apoyarse con unas muletas. Su familia espera verlo. Y quizas hoy, después de mucho sin ver a Hanako, quizás también este abajo. Pues Hanako supo lo que le hizo a Ayano y como ella luego lo salvo y quedo con tanto asco y repulsión por su hermano que nunca quiso volver a hablarle ni perdonarlo.
Con calma y cuidado bajo las escaleras y vio a su madre con su típica lonchera (pues siempre le traía de comer), y se desánimo un poco.
— Oh, hijo mio. Te veo mucho mejor. Puedes caminar más rápido y estas engordando por fin–.
– Si, gracias por la comida, extrañaba tus platos especiales. ¿Qué hay de Hanako? –.
Su madre suavizó la mirada dejando en claro que lo que diria no seria muy bueno.
– Taro, tu hermano te amaba y te admiraba. Siente que le fallaste, pero eres su hermano todavía. Te deberá perdonar–.
– No enrealidad, no es su obligación. Soy su familia pero... Acepto que falle de la peor manera– sus ojos serios se fijaron en su mamá denuevo – ¿Leíste el mensaje que te dejé? —.
— Ah, si. Ya recordé. Quieres que lleve flores a una tumba, la del cadáver que estaba donde te... ¿Cuál era el nombre? – dice evitando hablar dek secuestro.
– Gary Akiyama–.
— ¿Lo conocías? – pregunta su madre curiosa.
— Ni un poco, pero murio de una manera injusta. Almenos su cadáver fue mi compañero un tiempo –.
Su madre comprendió entonces y asintió. Después de todo, al pobre entierro del chico (al que Taro le pidió que asista), ni su madre habia ido. Solo habian 6 personas junto con ella presentes y el entierro había sido pagado por los Aishi.
Extendió su mano para acariciar el pelo corto de Taro. Pues si, se lo había cortado desde que entro a rehabilitación y lo tiene por las orejas apenas. Con ternura lo miro y abrazo. Pues, aún sabiendo lo que su hijo había hecho se culpaba a si misma por no haber estado para vrindarle la educación del trato de un caballero a una mujer y desea ahora realmente ser su guía, nunca es demasiado tarde.
(...)
Por la ventana la brisa entraba anunciando el cercano invierno.
– Ay, Ayano ¿No está como muy frío? No creo que le haga bien al bebé —.
Budo se puso de pie y se fue directo a la ventana para cerrarla. Se veía bien y muy cuidado.
– Nisiquiera lo estaba sintiendo. Además, me gusta que haga frío– y acarició su abultado vientre. Apenas unos 7 meses de embarazo y Ayano lucia brillante.
Budo de todos modos cerro la ventana. Aunque desconocía si el frío afectaba al bebé no queria arriesgarse.
— ¿Y cómo ha estado el trabajo? —.
— El trabajo ha estado algo duro estos días– suspiro exhausto — pero, es necesario para darle una buena vida a quien la merece— se acerco a su mujer y coloco su cabeza en la barriga de Ayano y le dio besitos haciendo que la mujer suelte risitas.
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𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐭𝐞,𝐀𝐲𝐚𝐧𝐨 - Male Rivals.
Mystery / ThrillerUn día más en la vida de la azabache, sentada bajo el cerezo con un sobre hecho trizas en sus manos. Tiene lágrimas que salen de sus brillantes ojos negros. Había sido rechazada por su primer amor. - Tranquila, Aya, encontrarás alguien mejor. El mun...