Capítulo 42: Número desconocido.

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Seguía la noche siendo presente. Después de llevar a Ayano a su hogar él solo se despidió y encendió su motocicleta para seguir su camino.

¿Cómo un chico tan rudo y popular termino siendo un odioso y aburrido hombre de trabajo?

Desde que su papá volvió ha sido un hombre diferente quizás no amable pero tranquilo, además, a pesar de que decidió no volver a juntarse con sus antiguos compañeros de pandilla Ayano siempre estuvo persiguiendole el trasero así que ¿Por qué no? Ella fue la única a la que no le importaba que sea un delincuente y menos le va a importar si lo decidía cambiar.

La principio fue difícil porque no tenía ni puta idea de cómo acercarse a ella de forma natural y que sea a la vista de las personas. Siempre le preocupo como la gente la vería después de mirarla hablar con un delincuente como él así que se hablaban en privado o en breves soslayos de soledad.

Una bocina detrás de él sonó.

- ¿Eh?- se preguntó mientras se debas cuenta de que iba más lento de lo normal - Ya voy-.

Comenzó a acelerar un poco hasta tener la velocidad normal. Ya no quería llamar la atención de los policías y joder la reputación que está su papá teniendo.

Dió una vuelta por una curva cerca. Desde que se mudó el viaje es un poco largo a casa pero sabe muchos atajos como él que está tomando por un callejón.

Entonces mientras salía del callejón para llegar a su hogar, que quedaba a tan solo una calle, escucho el fuerte sonido de un auto acelerando. Lo siguiente que sintió fue doloroso, apenas podía pensar en que había pasado cuando se encontraba en el suelo. Tan solo pudo mirar hacia arriba y a duras penas ver el color y modelo del auto el cual no llevaba placa.

Sintió un jalón fuerte en su brazo y lo miro dándose cuenta que este se encontraba debajo del peso de la motocicleta (la cuál estaba chocada) y el dolor era insoportable. Sentía que se mareaba y perdía la consciencia al sentir la profunda herida en su pierna que tenía incrustada una de las varillas de las ruedas de su transporte. Escucho un auto estacionarse y voces distorsionadas como gritos aproximándose.

Nisiquiera sabía si sobreviviría a esto ya que se encontraba mal herido de la cabeza, del brazo y de los pies.

(...)

Es el día siguiente y Ayano miraba a la profesora dar la clases aún. No podía evitar mirar al lugar vacío unos asientos delante el cual le pertenece a Taro Yamada: el imbécil que intento violarla. Aún no se sabía nada de él, incluso a su madre se le pregunto pero nada de nada.

De repente el celular de ella sonó. Inmediatamente los ojos de cada estudiante y de la profesora se posaron sobre ella, con vergüenza, ella lo tomó y pidió permiso para salir a tomar la llamada.

- Buenas tardes,señorita Aishi- dice - Necesito de su atención... -

(...)

No había pasado mucho de que estaba de emergencia camino al hospital en un taxi. Iba nerviosa con curiosidad de lo que se encontraría al llegar ¿Estará luchando contra la muerte? Esperaba que no.

"Osoro Shidesu tuvo un accidente, está malherido en el Hospital Central de Buraza,le pedimos que llegue lo más pronto posible".

Apenas llegó y recibió el número de habitación se fue corriendo hasta llegar ahí.

<<Maldición...>>.

Con tubos conectados a él, suero, las dos piernas enyesadas y el brazo derecho enyesado y además vendas en su cabeza. La escena era horrible y no pudo evitar alterarse. Corriendo se fue al lado del chico y se sentó en una silla. Apegó su cabeza a su pecho y podía escuchar sus latidos acelerados.

𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐏𝐫𝐞𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐭𝐞,𝐀𝐲𝐚𝐧𝐨 - Male Rivals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora